‘Viral’, por @goliveros

La palabra que define la forma rápida y sin control con la que se difunde un video o nota popular en la red. Hay decenas de ejemplos históricos, desde “Edgar se cae” hasta la Tigresa del Oriente. La viralidad sirvió en los inicios de la red 2.0 para difundir ideas, creativos, ocurrencias y dislates.

Ahora la viralidad es la semilla del mal.
Bueno, no es para tanto, pero sí ha servido para asustar a más de un usuario de internet.

Ejemplos de ello son: la fiesta inolvidable de Zapopan, donde Alejandro Chassin no calculó la cantidad de gente que podría llegar a su cumpleaños y, con ello, inició la mayoría de edad de la forma menos sugerida posible: en medio de un escándalo.

Lo mismo con Monterrey y su escándalo social por la red Secret. Fotografías, rumores, teléfonos, acusaciones a partir del anonimato que cimbran a una ciudad que, pese a tener un desarrollo industrial enorme, se mueve aún entre la mochería, la doble moral y el susto por las verdades que todos saben, pero pocos dicen en voz alta.

Porque esas fotos no llegaron a las redes de forma espontánea. No existen las historias de hackeo de teléfonos y computadoras y, por ello, la filtración de imágenes comprometedoras. La verdad es que las cedemos de forma voluntaria.

Así como Secret es hoy el escándalo regio, para llenarlo necesitaron otro tipo de redes sociales que, poco a poco, se han convertido en el desfogue erótico.

Desde la ya famosa -y hasta oxidada- página de Ashley Madison (la misma que utilizó la imagen de Enrique Peña Nieto para su publicidad) hasta los sitios pornográficos (donde, aunque no lo crean, encontrarán a cientos de miembros de la sociedad mexicana), el uso del internet para saciar la necesidad carnal ha evolucionado.

Primero, la comunidad homosexual tuvo a Grindr para buscar, fácil y rápido, el acostón del día o de la hora. Después, la búsqueda se amplió a través de Tinder, servicio que democratizó la calentura para hombres y mujeres, sin importar su orientación.

Propiedad de IAC, Tinder resuelve con el repaso de un dedo el rechazo o la posibilidad de un romance furtivo. El tráfico ha dejado dividendos: apenas la semana pasada, IAC compró Ask.fm, sitio dedicado a ser el chismógrafo profesional más visitado.

Y en Tinder encuentras fotos de todo tipo. Por algo será: anteriormente, encontrar con quién tener sexo en la red tenía un tiempo de 13 minutos.

Hoy en día, ese lapso se redujo a la mitad. Y eso si estas ocupado.

Vaya que el sexo es, en todos sentidos, viral.

SÍGUEME EN @goliveros

(GONZALO OLIVEROS / @goliveros)