“Yo decido, ¿y?…”, por @zolliker

Ustedes que se estrujan públicamente de la muerte autoinfligida y decidida de un famoso, pero no de los miles anónimos que están siendo asesinados por criminales, dictadores y terroristas, me provocan un poco de risa y agruras. Se me asemejan a esos seres “infinitos y luminosos” que se desviven —y hasta arriesgan la vida— para rescatar perros de la calle, pero ni siquiera voltean a mirar a un niño indigente.

Ustedes, en su mayoría jóvenes, no saben lo duro que es envejecer.  De ser un tipo fuerte, autosuficiente, poco a poco he ido perdiéndolo todo, incluyendo mi libertad de movimiento. Primero salen dolorcitos de lugares de tu propio cuerpo que ni sabías que existían. Después, esos malestares se convierten en verdaderos tormentos hasta para levantarse de la cama, apagar el televisor o caminar unas cuadras. Tu estómago, ya no digiere los alimentos que te gustan. Se te olvidan muchas, muchísimas cosas. Y todo lo anterior, sin contar con enfermedades crónicas, o letales y sin siquiera decir que te vas quedando solo, porque se mueren tus amigos y porque —es la ley de la vida— tus hijos van haciendo sus propias vidas y actividades y tú no eres una prioridad.

Y no, no me hace falta amor. Ni se trata de echarle ganas. Mucho menos, es asunto de “sacar mi mente de lo que me afecta y concentrarme en lo que me da gusto”. Se trata del poder más primigenio de ejercitar la libertad propia: decidir si quiero seguir viviendo o no. Es mi vida, es mi cuerpo, son mis consecuencias y ultimadamadresmente, es mi jodido derecho. Mío y de nadie más. ¿Si ustedes se enferman y deciden no ir al doctor no es lo mismo? ¿Si deciden hacer una huelga de hambre? ¿Por qué a esos sí los dejan perecer? ¿Por qué según ustedes, siguen o representan alguna causa noble?¿Ya vieron su doble moral? ¿No? Y qué tal que les explico que tengo cáncer de páncreas. Que en toda la historia médica, no ha habido un solo caso de recuperación y que la convalecencia es dolorosísima porque te jode todas las vísceras y las funciones del cuerpo. ¿Por qué sí sacrifican a un caballo herido? ¿Por qué ponen a dormir a una mascota? ¿Por piedad me dejarían no sufrir?¿No gastar una fortuna en un tratamiento que no sirve? ¿Qué tal si la enfermedad que tengo es Esclerosis Lateral Amiotrófica que tampoco tiene cura? Con esa enfermedad, te vas quedando sin movimiento al grado en que te ahoga tu propia saliva, o la parálisis llegará a asfixiarte por no poder expandir el esternón…

Aunque no les guste, decidir sobre lo que voy a comer, sobre dónde voy a pernoctar y sobre mi vida en general, es muy mi pedo. Así que ni se sientan mejores personas por buscar obligarnos a vivir a los que, después de mucha reflexión, hemos decidido terminar con la existencia propia. Además de ser mi suicidio una decisión consciente, meditada, con plenas facultades mentales, por si fuera poco, no afectaría a ningún tercero. Sí, habrá de esos que me quieren mucho, a quienes les duela. Pero lo mismo les dolerá si es mañana o en cinco años. Y soy viudo, así que no heredaré ningún problema: mis papeles están en orden, mi testamento actualizado, mi funeral pagado por adelantado.

¿Creen que sufro depresión? ¿la enfermedad silenciosa? ¿que por eso no pienso bien? Puede ser, pero también puede tratarse de algo mas simple: que no me da la gana pensar como ustedes y que quiero terminar mi vida con dignidad. Porque estoy cansado, fastidiado y ya viví lo que tuve que vivir. Porque quiero irme como yo lo decida, cuando yo lo decida y porque yo lo decida. ¿Es eso demasiado pedir? No quiero ser nunca una carga ni zurrarme en los pantalones ni que me tenga que bañar una enfermera o que me aten a mi cama ni que me suban a una silla de ruedas para “sacarlo a que le dé el aire” como si fuera yo una cobija que necesita orearse. No. Mi vida y mi muerte la decido yo. Es la culminación del ejercicio de nuestra libertad personal, ¿no creen? ¿O qué opinan?

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(J. S. ZOLLIKER )