Para lograrlo, se reunió ayer con representantes de 10 partidos políticos. Nadie habló de aplicar el polígrafo a los candidatos, pero sí de garantizar que los postulados sean honestos.
“Es un acuerdo voluntario porque no hay coacción ni está en la ley. Hablamos de control de confianza y cómo poder estar convencidos, seguros de que todos los candidatos que participen no tienen ningún elemento negativo en su persona”, explicó Mancera al término de la reunión.
La idea de los controles de confianza, consideró el líder del PRD-DF, Raúl Flores, es evitar que perfiles como el de José Luis Abarca (alcalde de Iguala con licencia, acusado de delincuencia organizada) se cuelen en las candidaturas: “Hay puntos en los que no se puede transigir (por ejemplo), cuando un candidato está vinculado con actividades ilícitas… Eso debe ser ventilado, sin duda”.
Mauricio López, presidente del PRI-DF, le dio otra interpretación al asunto y aseguró que el pacto pasa por impedir la coacción del voto a través de los programas sociales del gobierno capitalino.
Mauricio Tabe, dirigente del PAN-DF, se pronunció a favor de que cada candidato presente una carta de no antecedentes penales y pidió que Mancera frene la intervención de delegados en los procesos electorales.
(JENNIFER ALCOCER)
