Desempolva tus libros y llévalos a la Biblioteca Urbana

En Mensajeros Urbanos están convencidos de que es posible cambiar al mundo y ayudarnos con pequeñas acciones. 

Jimmy Alcobendas tiene 26 años y en su vida diaria produce todo tipo de eventos sociales, encargándose del audio, video y la iluminación; de forma paralela —cuando él y su amiga Elena García (quien sólo tiene 21 años) se dieron cuenta de que “no se trata sólo de quejarse, sino de empezar a actuar”—, le ha dado forma al proyecto Mensajeros Urbanos, el cual nació con la intención de ser una plataforma de cambio en la sociedad.
Una de las primeras acciones de Jimmy fue el montaje de mensajes positivos o de reflexión en el transporte público, con el objetivo de dejar una enseñanza o cuestionamiento a las personas que los leían.
Elena tuvo la iniciativa de hacer un acto altruista y subirlo a internet; el resultado fue un video donde le entregaban regalos de Navidad a niños de la calle, el cual sirvió como un primer paso para que el proyecto empezara a expandirse en las redes sociales, realizando actividades en las que la gente podía involucrarse de forma directa.
Roberto Elizarrás, de 28 años, es el tercer mensajero urbano. Aunque cuentan con un equipo cercano de colaboradores (conformado por 13 personas), Elena, Jimmy y Roberto se encargan de desarrollar sus herramientas de trabajo esenciales —desde la página de internet, las nuevas propuestas o las grabaciones.
Sin Frío DF es una de sus dinámicas que más éxito ha tenido. Todo empezó en diciembre del año pasado bajo dos premisas muy sencillas, pero efectivas: ¿Tienes una chamarra que te sobre? ¡Cuélgala aquí!, y ¿Tienes frío? ¡Toma una chamarra!
La dinámica fue una réplica de un acto que empezó en Veracruz, el cual los mensajeros hicieron llegar a 20 ciudades del país. Lo que sucedió puede resumirse en una oración: la sociedad se ayudó entre sí.
Bajo este modelo inició el segundo proyecto de impacto: la Biblioteca Urbana, el cual ha llegado ya a tres ciudades; sus premisas son igual de sencillas: ¿Tienes un libro que te sobre? ¡Dónalo!, y ¿Quieres leer un libro? ¡Tómalo!
El video de los Mensajeros Urbanos que más alcance ha tenido lleva 18 millones de reproducciones, mientras en la fan page los siguen 356, 000 personas.

 

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La Biblioteca Urbana 

La biblioteca, armada a mano y con guacales, está sobre la Avenida Juárez, a un costado de la Librería Porrúa y a la altura del Hemiciclo a Juárez, en un edificio abandonado, el cual hace varias décadas fue el cine Variedades. Su rotación de libros es constante (en promedio 35 volúmenes por día) y tiene un aproximado de 800 tomos. Está abierta día y noche. Los mensajeros le dan mantenimiento de forma eventual. No es gratuito que la biblioteca esté expuesta y sola todo el tiempo, ya que “su objetivo no es sólo fomentar la lectura, sino la honestidad y la confianza para que la sociedad cuide algo que le pertenece”. La buena noticia es que la mayoría de la gente ha respetado este espacio y ha sido honesta, mientras que los mensajeros han sido flexibles para compartir el conocimiento con la gente cuando alguien no tiene un libro que dejar a cambio. Aquí hay de todo, desde libros infantiles, novelas y material especializado.