“Adiós Hard Rock, nadie te va a extrañar”, por @Ruleiro

Recuerdo claramente cuando se inauguró el Hard Rock Cafe de la Ciudad de México. Debe haber sido a finales de 1992, si la memoria no me traiciona. La franquicia aterrizó aquí gracias a la voluntad de un puñado de jóvenes mexicanos, hijos de prominentes empresarios, que probablemente necesitaban algo que hacer con su tiempo y su dinero.

El lugar, situado en la calle de Campos Elíseos, en Polanco, rápidamente se convirtió en un éxito, como todos los restaurantes de la cadena alrededor del mundo. En hora pico había que formarse durante más de una hora para conseguir mesa y muchos usaban las camisetas con su logotipo, sintiendo que tenían algún caché.

Era una prueba más de que nuestro país, en los últimos años del sexenio salinista, estaba entrando con todo a la globalización y que nuestra ciudad empezaba a volverse cosmopolita. Y es que quizá a los jóvenes que leen esto no les tocó, pero en aquellos tiempos, no tan distantes, México era otro. McDonald’s apenas había estrenado su primer establecimiento unos años antes. Le pedías a quien viajaba al extranjero que trajera dulces que ahora encuentras en cualquier miscelánea: como un Milky Way o unas Sweet Tarts.

La apertura del Hard Rock fue uno de tantos sucesos que nos hicieron creer (bueno, al menos a mi, adolescente impresionable) que México iba a pasos agigantados hacia el primer mundo. Por razones que hoy no acabo de entender del todo, me resultaba fascinante comerme una hamburguesa carísima pero de buen sabor junto a un disco de oro que le entregaron a quien sabe quien (¿un asistente de grabación?) por la venta de no se cuántas miles de copias de quién sabe que disco de no se qué artista que probablemente me daba lo mismo.

El rock, que durante años nos había llegado a cuenta gotas, ahora tenía un templo -artificial, pero templo al fin y al cabo- a pocos metros del metro Polanco. Y para que nadie lo dudara había un grupo tocando covers de Guns’N’Roses todas las noches.

Lo del Hard Rock Live, un anexo del restaurante, es más interesante. Tuvo varios nombres y lo remodelaron con frecuencia, pero su escenario fue pisado por artistas importantes, desde Molotov y Café Tacvba, hasta Gus Gus (uno de los conciertos mas memorables de finales de los 90), los Deftones (recuerdo a los inconscientes temerarios que se lanzaban a la gente del primer piso desde los balcones del segundo) y un muy joven Radiohead. Pero ese foro cerró algunos años antes que el restaurante, que según reportan varios diarios esta semana, ya no existe, como consecuencia de una disputa entre la empresa que posee la licencia y sus socios mexicanos.

¿Se va a extrañar al Hard Rock en México? La verdad nada, salvo su sándwich de cerdo avinagrado, bastante competente. Era una franquicia más, sin mucha gracia, más emparentada con un Freedom o un Carlos’N’Charlie’s (¿aun existe?) que con el rock o la contracultura.

Atáquense si cierran el Foro Alicia o algún otro espacio indispensable para el DF.

¿Pero el Hard Rock? Por favor.

¡Anímate y Opina!

 *Rulo, Raúl David Vázquez, director editorial de La Semana de Frente. Locutor en Reactor 105.
(RULO DAVID VÁZQUEZ)