Biblioterapia: una manera de enfrentar el mundo

La biblioterapia es una disciplina que utiliza la relación de las personas con la forma y contenido de los libros como recurso terapéutico. En 2013, psicólogos del New School for Social Research de Nueva York, descubrieron que leer ficción aumentaba la capacidad de leer y entender las emociones ajenas.

Cada vez más estudios sugieren leer ficción como apoyo al enfrentar los desafíos de la vida. Leer agudiza el pensamiento analítico. Cómo terapia leer es una herramienta muy útil que ayuda a la comprensión de conductas desconcertantes de otros y de nosotros mismos, además de ayudar en el desarrollo de la empatía y mejorar la socialización de las personas.

DEL PAPEL A LA REALIDAD 

Un estudio llevado a cabo por investigadores de la Ohio State University concluyó que los lectores que se sentían identificados con un personaje de ficción que superaba obstáculos para poder votar resultaron más propensos a emitir su voto en unas elecciones reales.

Y el año pasado el Journal of Applied Social Psychology publicó un estudio hecho en Reino Unido e Italia que demostraba cómo la lectura de la saga Harry Potter hacía que los jóvenes tuvieran una opinión más positiva con respecto a las minorías sociales.

LEER PARA CONOCER TUS EMOCIONES 

El beneficio más importante de la biblioterapia es la capacidad de leer las emociones ajenas, leer es adentrarse en las emociones y eso ayuda a aclarar sentimientos ya sea con el proceder de un personaje o una situación.

Además, está demostrado que leer poesía estimula partes del cerebro relacionados con la memoria y eso ejercita nuestra imaginación y con frecuencia también nuestro sentido de la moral, al ver un proceder diferente u otro planteamiento de alguna situación.

La biblioterapia se ha convertido en un término de moda de los últimos años y es practicada por  psicólogos, trabajadores sociales , consejeros de todo el mundo y bibliotecarios. Sin embargo, la utilización de la lectura como remedio para los trastornos emocionales no es de tan nuevo pues en la Antigua Grecia se colocaban notas en las puertas de las bibliotecas, advirtiendo a los lectores que estaban a punto de entrar en un lugar de curación del alma.