Estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) desarrollan por primera vez, un mapa de vulnerabilidad del acuífero de la Ciudad de México, el cuál destacará el fenómeno de hundimiento de terreno, que en algunas zonas llega a los 40 centrímetros por año.
En un comunicado, el académico de la Facultad de Ingeniería de la UNAM, José Antonio Hernández Espriú, explicó que las zona con más susceptibilidad de un acuífero para ser contaminado, es más propenso a tener mayores afectaciones.
“Los cuerpos de agua tienen propiedades intrínsecas, y de manera natural es más fácil que sean afectados en un sector que en otro. Ello se establece por medio del denominado mapa de vulnerabilidad del agua subterránea para ser contaminada”, dijo el académico.
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Uno de los objetivo de la investigación fue analizar las zonas con mayor hundimiento de terreno de la capital, mismo que se da de forma natural por el comportamiento geomecánico de las arcillas del antiguo lago y que se incrementa a pasos apresurados por la extracción excesiva de agua subterránea, esto para obtener un mapa que indica la estabilidad e inestabilidad de las zonas.
“En el plano está dividido por cinco zonas de vulnerabilidad, que van desde la muy baja, baja, moderada, alta y extrema, las cuales se identifican con colores, por ejemplo, el color rojo señala los lugares donde no es conveniente ubicar industrias o gasolineras, debido a que el acuífero se contamina con mayor facilidad”, aclaró Hernández Espriú.
Al tomar en cuenta el hundimiento de la tierra, la vulnerabilidad puede ser de un orden de magnitud mayor, y en áreas que antes eran rojas comienzan a aparecer manchones morados, que es el color de la más alta vulnerabilidad, “prueba de ello, son las fracturas generadas en zonas como Iztapalapa y Chalco, incluso hemos visto caer autos en grietas”, agregó el especialista.
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Espriú advirtió que las principales fuentes de contaminación de esos cuerpos de agua son las gasolineras, viejos tanques subterráneos de almacenamiento y ductos, lo que ratifica su método, que puede ser aplicable donde se generan fracturas por hundimiento diferencial del terreno.
El mapa se realizó con el uso del método “DRASTIC”, que desarrolló en 1987 Linda Aller, con el apoyo de la Agencia Ambiental de Estados Unidos, el cual usa siete variables hidrogeológicas combinadas en una ecuación, que con ayuda de sistemas geográficos de información se obtiene el plano.
Las siete variables consideras en el método son profundidad del nivel del agua subterránea, recarga del acuífero, geología o litología, tipo de suelo, topografía, tipo de material geológico arriba del nivel del agua y conductividad hidráulica, esta última añadida por la UNAM.
(Información: Notimex/ Foto: Cuartoscuro)
