Cremaciones ganan terreno entre los capitalinos

La cremación le gana terreno a la inhumación; en los últimos años, la tendencia a dejar en cenizas los restos de un ser querido ha aumentado en contraste con la otra alternativa: enterrarlo en un panteón.

 ¿Practicidad? ¿Falta de espacio? ¿Ahorro de dinero?

Esos son algunas de las causas por las que las familias ya prefieren esta opción. Una consulta hecha por MÁSDF en dos de las agencias funerarias más populares del Distrito Federal indican que la cremación ya es preferida sobre los entierros cotidianos, y se presenta en un 60% contra 40%, pero según datos de la Consejería Jurídica y de Servicios Legales del Distrito Federal, ahora mismo la tendencia se ha igualado en 50%.

La agencia funeraria J. García López informó que de los 6 mil cadáveres que reciben, actualmente se está registrando un repunte en las cremaciones, ya que resulta ser un proceso menos difícil y de menor costo: “Contamos con hornos crematorios en nuestras sucursales por lo que no es necesario trasladarse a otro sitio, aunado a que ya viene incluido al contratar cualquiera de nuestros servicios”.

En cuanto a la inhumación, aseguran los de García López, el proceso que vive la familia es más impactante emocionalmente y les genera más gastos y trámites, como el título de propiedad de la fosa, los servicios del sepulturero, el mantenimiento que dará el panteón a la tumba y la ceremonia.

Gayosso también reporta un incremento en las cremaciones, de modo que en el 2009 eran 49% del total de servicios que daban y en el 2012 subió a 65%.

EN TODO EL DF

De acuerdo a cifras de la Dirección General jurídica y de Estudios Legislativos, en los últimos cinco años el promedio de defunciones anuales osciló en 60 mil, una tercera parte de estos cadáveres no se quedaron en el DF, sino que fueron trasladados a su lugar de nacimiento o fueron neonatos o nacimientos que no llegaron a término.

Así, unos 40 mil cadáveres se distribuyen en inhumaciones y cremaciones dentro de la ciudad.

En la última década se ha observado la disminución del índice de entierros y, proporcionalmente, ha aumentando la cremación.

Cifras de la Conserjería Jurídica indican que en lo que va del 2013 hay 17 mil inhumaciones y 10 mil 500 cremaciones, es decir, 62% contra 38%. Hace cuatro años, la tendencia estaba así: 43 mil inhumaciones y 15 mil cremaciones, es decir 74% entierros contra 26% de cenizas.

Es decir, que en cuatro años, ha aumentado en doce puntos porcentuales la preferencia a la cremación.

Pantenones para inhumaciones

-5 son civiles generales

-14 civiles delegacionales

-83 vecinales o comunitarios

-14 concesionados

-1 histórico, el de San Fernando es el único que no admite más muertos.

-El 118 de la ciudad, también considerado histórico es La Rotonda de las Persona Ilustres y está dentro del Panteón Civil de Dolores, éste solo admite difuntos por decreto presidencial. tabla Cabeza.

– Alternativa ante saturación La Conserjería Jurídica ha informado que los panteones del DF ya están saturados, por lo que intentarán promover la cultura de la cremación y abonar con ello la despresurización de la demanda de fosas. En junio pasado, la delegación Tlalpan informó que 11 panteones de su territorio se encontraban saturados, por lo que las autoridades buscarán ampliar la capacidad de incineración para albergar los restos de las personas que quieran permanecer dentro de la demarcación después de fallecer.

Con ello, se ve que no solo es el cambio de cultura de los capitalinos la que está llevando a optar por la cremación, sino una necesidad de espacio por parte del gobierno y practicidad para las familias.

¿Qué opina la Iglesia católica de la incineración?

Aunque acepta la cremación de cadáveres, a la Iglesia católica no le gustan las costumbres de esparcir las cenizas de los difuntos o conservarlas en urnas en casa.

Aunque a la Iglesia católica le ha gustado más la inhumación no se opone a la incineración, porque fue aprobada por Pablo VI quien la bendijo con el argumento de que no atenta contra la doctrina de la resurrección de los cuerpos, ya que no toca el alma ni impide a la omnipotencia de Dios reconstruir el cuerpo.

(CRISTINA SALMERÓN)