Cuauhtémoc Gutiérrez: una historia hecha con la basura

El crecimiento y desarrollo de la ciudad de México generó a partir del siglo XX un incremento en su población y consecuencia de ello, los desechos o basura que generaba la capital crecieron a la par que la mancha urbana.

La creación de tiraderos a cielo abierto y la expulsión de las clases más desprotegidas –en su mayoría población rural migrante- generó ciudades perdidas en las inmediaciones de los tiraderos y familias enteras vieron en el aprovechamiento de la basura una oportunidad para generarse ingresos.

En 1940 existían los tiraderos de Santa Cruz Meyehualco y Santa Fe; el primero, en la Delegación de Iztapalapa, el cual recibía 500 toneladas de basura diariamente, en tanto que el segundo, recibía 2 mil 300 toneladas diarias.

El 1983 el entonces Departamento del Distrito Federal inició el saneamiento y clausura del tiradero en Santa Cruz Meyehualco y con ello, se crearon otros, siendo uno de los más grandes, el de Santa Catarina que se clausuró en 1985.

La dinámica del aprovechamiento de la basura había generado ya para entonces una actividad redituable.

La organización de los pepenadores en México data de los años sesenta y el agente principal de la organización del gremio recayó en Rafael Gutiérrez Moreno, líder de los pepenadores de Santa Catarina.

A la organización de Gutiérrez Moreno, le siguieron otras como la Asociación de Selectores de Desechos Sólidos de la Metrópoli A.C. y la Unión de Pepenadores del Distrito Federal Rafael Gutiérrez Moreno A.C, aunque El Frente Único de Pepenadores A.C. es la única organización que continúa trabajando una vez que los tiraderos de San Juan de Aragón y Santa Catarina se cerraron.

Esta organización funciona como actualmente como una cooperativa a decir de los mismos trabajadores de la pepena, pero su funcionamiento es más parecido al de una empresa que no paga impuestos por su actividad, ni otorga prestaciones sociales a sus agremiados.

El poderío de Gutiérrez Moreno, le genero una jugosa fortuna que el entonces partido en el gobierno supo aprovechar.

En los años setenta, el PRI llevó al entonces analfabeto líder a ocupar dos diputaciones federales por el distrito 26 de Iztapalapa.

Una historia de pasiones que mezcló con su actividad económica y política, originó que en 1987 fuera asesinado por Martha Alicia García y a su muerte, su esposa, Guillermina de la Torre, asumió el liderazgo de los pepenadores del Distrito Federal.

En aquel entonces, su hijo, Cuauhtemoc Gutierrez de la Torre, incursionaba ya en las filas del PRI y, con el apoyo de sus agremiados, impulsó la creación del Movimiento Territorial en la Delegación Iztapalapa.

Abogado de profesión, Cuauhtémoc Gutiérrez, quien se disgusta por ser conocido como el “basurita” o “el hijo del basura” ha acumulado experiencia en la política.

En su partido, ha ocupado cargos como Secretario General del Movimiento Territorial, Consejero Político Nacional del PRI, Presidente del Frente Juvenil Revolucionario del DF, Consejero Político en el DF y Secretario General adjunto del MT.

Como legislador ha ocupado una diputación federal en la LV Legislatura y una diputación local en la II Legislatura de la ALDF del 2000 al 2003

Posteriormente fue Diputado plurinominal en la LXII Legislatura hasta  el 2011.

En 2012, Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre fue electo presidente del PRI en el DF

NO ES LA PRIMERA VEZ DE SUS ESCÁNDALOS

En mayo del 2003, siendo Diputado local en la ALDF, a Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre se le acusó de reclutar a edecanes a su servicio en el recinto legislativo de Donceles y Allende

En aquel entonces justificó la creación de sus edecanes, mujeres jóvenes de origen cubano, argumentando que sólo le servían para servir el café,  distribuir propaganda, panfletos

Sin embargo, una investigación periodística reveló en aquel entonces, que la coordinadora administrativa del Movimiento Territorial, Josefina Delgadillo (encargada de la contratación de estas muchachas)  había declarado que las edecanes acompañaban por las noches al entonces Diputado para eventos sociales “si la ocasión lo ameritaba”.

“El sueldo oscilaba entre ocho mil pesos mensuales por cubrir su horario, pero si acceden a acompañarlo en horarios fuera del trabajo y hasta “pasar la noche” con él pueden ganar 14 mil pesos” publicó el diario REFORMA.

En esa ocasión, el PRD en la ALDF interpuso una denuncia de hechos ante la Procuraduría de Justicia del Distrito Federal.

Nunca se le fincó responsabilidad alguna.

(ERNESTO OSORIO)