Digitalizan la Biblioteca Nacional de México

La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) informó que se trabaja en la creación del Fondo de Origen de la Biblioteca Nacional Digital de México que permitirá suministrar todos los servicios tradicionales de la Biblioteca Nacional de México y explotar al máximo las ventajas del almacenamiento, recuperación y difusión digital de la información.

La biblioteca digital estará integrada por las colecciones José María Lafragua  e impresos novohispanos, conocida como Sala Mexicana, que incluye ejemplares  desde 1554 hasta 1910.

La titular del Instituto de Investigaciones Bibliográficas (IIB), Guadalupe Curiel Defossé destacó que con este proyecto se dará un paso importante, pues son dos de las colecciones más destacadas que se tienen en la Biblioteca.

“Se trata de millones de páginas; de ahí la importancia de que la gente comprenda lo que significa el desarrollo de una biblioteca nacional digital”, enfatizó Curiel Defossé.

Esta producción estará disponible para el público de México y del resto del mundo.

“Lo que nos colocará al nivel de otras bibliotecas nacionales que, por ser más añejas, caminan en ese sentido”, comentó la titular del Instituto de Investigaciones Bibliográficas (IIB), Guadalupe Curiel.

Asimismo cometó que uno de los objetivos de digitalizar los documentos es conservarlos lo mejor posible para que prevalezcan por más tiempo.

Este trabajo de digitalización se lleva a cabo tras el aniversario número 85 de la Biblioteca bajo la drección de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y a la celebración de la autonomía universitaria.

La historia de la Biblioteca

La Biblioteca Nacional de México fue instituida por decreto del presidente Benito Juárez el 30 de noviembre de 1867 e inaugurada en 1884 en el templo de San Agustín.

Entonces, se ordenó que se dispusiera de todos los libros de los antiguos conventos, al igual que de aquellos de las bibliotecas que pertenecían a la Catedral, ejemplares que ahora constituyen el Fondo de Origen.

 En 1914, con la crisis revolucionaria, el gobierno federal entregó, por primera vez, ese reservorio a esta casa de estudios para su protección. En 1921, al término del conflicto armado, fue devuelta al gobierno e incorporada a la Secretaría de Educación Pública.

En junio de 1929 fue puesta de nuevo en custodia universitaria año en que la institución obtuvo su autonomía.

 En la actualidad, es administrada por el Instituto de Investigaciones Bibliográficas (IIB), a cargo de Guadalupe Curiel Defossé, entidad universitaria a la que también está adscrita la Hemeroteca Nacional.

(PATRICIA CARRANZA)