Empleadas domésticas, las más discriminadas

“En México, si eres indígena, mujer y pobre, estás fregada”, dijo la diputada Eufrosina Cruz Mendoza, protagonista de “Las sufragistas”, al diario español El País; si a estos sustantivos se añade el de “empleada doméstica”, ya se entra a un cuadro de discriminación asegurada.

 Desde la época de la colonia, las empleadas domésticas han sido uno de los sectores de la población más discriminados, y aunque ahora ya no son esclavas, los derechos humanos laborales que tienen la mayoría de ellas se aleja de las de cualquier otro trabajador.

La Encuesta Nacional sobre Discriminación en México (Enadis 2010) se explica que la discriminación contra este sector se agrava en razón del origen étnico, el sexo, la edad, la condición social, entre otras.

Pero también se les discrimina en el reconocimiento y garantía de sus derechos, pues en la legislación laboral y en la de seguridad social se les niegan y restringen derechos básicos, una contradicción al artículo 123 constitucional.

Indígena+Empleada doméstica

El 21 de marzo es el Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial, pero se dedica toda la semana a la difusión de estos temas y, como dicta el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminació (Conapred), “todos los días es el día para no discriminar”

En México, el racismo se vuelva mayoritariamente contra los indígenas, un 11% de la población que son el segundo sector más discriminado solo después de los homosexuales; las empleadas del hogar son el sexto.

La Enadis publica que el DF es la tercera ciudad donde se falta más a los derechos de las trabajadoras del hogar, solo superadas por la zona de Tlaxcala-Puebla y Ciudad Juárez.

La encuesta no da una cifra exacta de qué porcentaje de éstas trabajadoras son indígenas, pero asegura que son muchas y provienen del ámbito rural; lo cual las hace más propicias para ser empleadas de planta y, en ocasiones, trabajar los siete días de la semana.

De estas empleadas de planta, el 61% de ellas no tiene vacaciones, el 44.7% no tiene un horario fijo, 33.9% no tiene permiso de tomar alimentos de la despensa o refrigerador de la casa y el 29.5% no tiene agua caliente en su cuarto.

Sus derechos

La naturaleza del trabajo doméstico es poco visible porque se desarrolla en el ámbito privado de los hogares y propicia la violación del derecho al descanso, a la privacidad, a tener horario definido, contrato y las prestaciones ofrecidas en otros empleos.

La Enadis 2010 señala que nueve de cada diez trabajadoras no cuentan con contrato laboral, la mayoría no tienen prestaciones y pierden su trabajo por problemas de salud, y salen sin contar con alguna protección.

Por estas razones, en el DF se han desarrollado programas para cubrir las carencias de estas mujeres, entre ellos están el Servicio Médico Gratuito, el seguro de desempleo y la defensa de sus derechos con asesoría jurídica en el Instituto de las Mujeres del DF.

(CRISTINA SALMERÓN | MÁS POR MÁS)