Entre cláxones y ruidos, mimos educan a automovilistas con señas

Dos jóvenes y una muchacha se paran frente al tránsito vehicular en la avenida Marina Nacional y le piden a un vehículo que retroceda. El conductor ríe, mientras un sujeto con camisa de rayas le muestra un cartel con el pulgar hacia abajo, que significa dislike. Estos tres mimos intervinieron en el cruce porque minutos antes el semáforo se puso en amarillo y dos vehículos, que intentaban cruzar Mariano Escobedo, se quedaron atorados sobre el paso peatonal.

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“Lo que hacemos es regular a los conductores, enseñándoles con el pulgar hacia abajo lo que es incorrecto. En realidad jugamos con ellos”, cuenta Janis Sonash, actriz que participa en la escena, como parte del programa ‘Respeta al Peatón’ promovido por el Consejo Ciudadano en los cruceros más peligrosos de la CDMX.

La campaña empezó el 18 de agosto y continuará hasta el 11 de septiembre. Son 22 mimos distribuidos en seis puntos, cada uno con cinco o seis intersecciones. Están ubicados en avenidas como Mariano Escobedo, Felipe Carrillo Puerto, Marina Nacional, Lago Bolsena, La Viga, Zoquipa, Izazaga, San Antonio Abad y Río Churubusco, de lunes a viernes, entre las 10:00 y las 13:00 horas.

Los mimos apoyan el programa ‘Pasos Seguros’, de la Autoridad del Espacio Público, que consiste en modificar geométricamente las 54 intersecciones más peligrosas del DF.

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La idea de esta campaña surgió de la Encuesta de Cultura Ciudadana, realizada en 2009 a 2 mil 500 personas, donde destacó la falta de respeto al peatón. Además, el Consejo Ciudadano consideró cifras del Servicio Médico Forense (Semefo) sobre muertes de peatones y los cruceros más peligrosos de la ciudad según datos de la Secretaría de Seguridad Pública del DF (SSPDF).

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Después, el personal del Consejo Ciudadano fue asesorado por los Corpovisionarios por Colombia, una organización no gubernamental que promueve la participación ciudadana para el desarrollo social y que trabajó con el exalcalde de Bogotá, Antanas Mockus. La estrategia lúdica aplicada en Colombia fue replicada en la CDMX.

“El mimo regula apelando a la moral, esa es la diferencia con el policía de tránsito. El mimo está causando vergüenza en el ciudadano para que él pueda corregir su comportamiento por sí mismo sin la necesidad de una multa”, afirma Paola Aceves, coordinadora de programas especiales del Consejo Ciudadano.

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La falta que más corrigen los mimos, en 90% de los casos, es que los conductores no respetan el paso peatonal. Según Aceves, cuando el semáforo ya está en ámbar, el automovilista ignora la luz o invade la ‘cebra’.

La actriz Janis Sonash dice que en general los ciudadanos han respondido bien a la dinámica, aunque las personas mayores a 60 años se han mostrado reacios a las modificaciones viales.

“Hemos detectado que cuando está el oficial de tránsito, los ciudadanos se enojan porque ya no creen en las autoridades. Cuando te corrige el mimo, te da risa y además aceptas el error y corriges el comportamiento”, afirma la coordinadora del programa.

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(Fotos: Alfredo Boc)