La ciudad reclama fuerte y alto

La Ciudad de México, por ser el centro del país y atraer los reflectores internacionales, suele ser el detonante de las manifestaciones, protestas y preocupaciones de distintos grupos ciudadanos.

Este 1 de diciembre, en el segundo aniversario del mandato del presidente Enrique Peña Nieto, no hubo excepciones y las distintas concentraciones por Ayotzinapa, #YaMeCansé, #SandinoBucio y las detenciones arbitrarias por la marcha del 20 de noviembre iniciaron desde las tres de la tarde.

“En la medida en que puedas hacer ruido en el DF puedes generar un eco a instancias internacionales, de otra manera tu mensaje no trascendería en los medios locales. El DF es una herramienta para sobrepasar los controles que los estados ejercen sobre la libertad de expresión”, considera el politólogo Héctor Villarreal.

En la ciudad se han gestado distintos movimientos sociales que han sido consideradas, a la postre, parteaguas en la historia reciente del país. El primero de ellos, considera Villarreal, el encabezado por Cuauhtémoc Cárdenas en 1987 y, a partir de ese año, el DF ha generado una serie de protestas que se han extendido a otros estados.

Pero la movilización masiva no es sinónimo de causas iguales.

Villarreal señaló que “(en estos movimientos) no todos quieren la renuncia del Presidente. Muchos sólo quieren respuestas, extinguir la corrupción, garantizar el Estado de derecho y que prevalezcan los derechos y las garantías ciudadanas, que las autoridades hagan bien su trabajo”.

Ari Santillán, quien dice haber participado activamente en manifestaciones desde hace 10 años, asegura que los movimientos masivos recientes “son cosas que duelen a todos. La gente no busca un cambio sino una respuesta, porque es cuando nos topamos con la realidad tan fea y necesitamos sacar el coraje”.

Para Villarreal, “por un lado tenemos las expresiones de antipriismo, que se manifestaron particularmente durante la campaña de Peña Nieto; además están las de los ciudadanos independientes, apartidistas y que se suman para solidarizarse con la tragedia humanitaria; y por otro, el sector de las personas agraviadas por las autoridades, aquellos que han sido víctimas de las omisiones o acciones del gobierno”.

Karina González, madre y profesionista, dice que antes le pesaban las marchas, “obstruían el camino y me retrasaban mucho”. Ahora, aunque no ha asistido, dice que no se siente ajena a los movimientos.

Genaro Rosas, jubilado desde hace ocho años, sabe que “manifestarse es un derecho de todos para expresar el malestar que sentimos”, pero prefiere no asistir por temor a la represión.

Ahora también están las redes sociales como otra forma de protesta, expone Villarreal, quien las cataloga como una protesta dentro de la manifestación y también forman parte de la nueva movilización que se consolida.

FALTA DE JUSTICIA, ALIMENTO DE PROTESTAS 

La protesta es una manera de exigirle respuestas a las autoridades. “En un Estado como el de ahorita, en donde se vive un vacío de derechos humanos, en donde en muchas zonas del país no se encuentra un estado de derecho, la población no tiene una manera de hacer llegar las demandas a las autoridades”, explicó Anallely Álvarez, abogada del Centro de Derechos Humanos Agustín Pro Juárez.

POR ANIVERSARIO PRESIDENCIAL…

Una de las motivaciones principales de la marcha de ayer fue el segundo año de la gestión de enrique peña nieto al frente del ejecutivo.

*Contingentes: Estudiantes de la UNAM encabezaban la caminata sobre Madero rumbo al Zócalo.

*Ayotzinapa: Las referencias hacia la desaparición de los normalistas de Guerrero predominaron.

*Exigencias: El grueso de los asistentes a la movilización de este lunes lanzaba consignas de reclamo de justicia.

EL DF CONCENTRA ACTIVISMO 

Líderes de opinión aseguran que la capital es naturalmente un sitio del que retumban voces.

Karla Iberia Sánchez

@karlaiberia

Ser el centro de los poderes tiene sus grandísimas ventajas y costos. De este caótico e histórico ombligo salen las políticas, las decisiones e indecisiones nacionales. Hasta se me hacen pocas las voces que gritan.

Carlos Alazraki

@carlosalazraki

El DF es sin duda el punto de partida para las grandes manifestaciones. Simplemente porque es la capital del país y aquí están todas las dependencias gubernamentales. No me queda la menor duda que el DF es y será siempre el punto de partida.

Gabriela Cuevas

@gabycuevas

No es sólo un sector el que impulsa las marchas. Son millones los que desean mostrar su descontento ante la ineficiente actuación del gobierno para combatir la inseguridad, la corrupción y la impunidad.

Ahí están los bajos índices de aprobación del presidente Peña Nieto: casi seis de cada 10 mexicanos desaprueban su gestión.

(Alejandra Crail)