“La comida de los perdedores”, por @Guillermosorno

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Mariana no era como el resto de sus amigos. Andaba en bicicleta y no en coche. Sentía compasión por los animales y por eso, cuando iba con los demás a comer los tacos, ella pedía nopales, cebollas y papitas. Le decían que era una loser. Y loser se quedó, orgullosa de ser diferente; tan loser y diferente que un día se encontró a alguien como ella: Yisus, un diseñador y ciclista que tenía la misma afición por la comida natural.

Mariana y Yisus: comenzaron a cocinar juntos y a investigar más sobre aquello que los hacía losers: su veganismo. Invitaban a amigos a cenar y subían fotos de sus platos a una cuenta de Instagram. Un día, una amiga en común se quedó sin panadero y acudió a ellos para que le hicieran el pan. Yisus llevó el pedido en bicicleta. El pan estaba delicioso.

Tan delicioso, tan en bicicleta, tan loser, que ambos decidieron hacer un pequeño negocio que se promocionaría por medio de las redes sociales. Hoy, un año después, esa primera entrega les da vergüenza, tan precaria que parece. Pero ese primer cliente todavía recuerda el envío.

Hoy, Los Loosers son un servicio de comida vegana que se entrega a domicilio en bicicleta (la doble “o” del nombre representa las ruedas de sus vehículos). El menú se anuncia en la página de Facebook de los Loosers o por medio de su cuenta de twitter: @losloosers. La gente manda un mensaje directo, hace su pedido y la comida llega en el rango de tiempo prometido. Hoy, un año después, hay más de 10 Loosers, un restaurante pop up en la colonia Roma y pizzas especiales que se acaban apenas salen del horno.

Este movimiento vegano en bicicleta se está convirtiendo en ejemplo: los loosers se han dado cuenta de que existen iniciativas similares en otras ciudades del mundo; hay imitadores, y eso está bien.

El día que hablé con Mariana, había sufrido un pequeño accidente en bicicleta. Un auto abrió la puerta en el momento en que ella iba pasando y le pegó al pedal. Ella cayó al suelo, pero el chofer del coche, en vez de parar a ayudar, se puso gallito y buscaba bronca.

Y yo me pregunto: ¿entonces quién es el loser?

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Director de la revista Gatopardo y cronista de la ciudad. Fue director de la revista dF y compilador de los libros ¿En qué cabeza cabe? (Mapas, 2004) y Crónicas de otro planeta (Random House, 2008). Es egresado de la escuela de Periodismo de la Universidad de Columbia y profesor de periodismo narrativo en la maestría de periodismo y asuntos públicos del CIDE.

(Guillermo Osorno)