“Laboratorio Urbano” por Guillermo Osorno

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Laboratorio urbano no es el experimento de vivir en esta ciudad, donde a veces nos sentimos como ratas, sino una iniciativa del gobierno de Miguel Ángel Mancera que se pondrá a prueba.

Es parte de la nueva (y criticada) Agencia de Gestión Urbana.

La existencia del laboratorio se debe a Gabriela Gómez Mont, la persona frente a Tóxico Cultura, una think tank creativo.

(¿Sinónimos de think tank?: comité de expertos, comité de sabios, gabinete estratégico, centro de pensamiento o laboratorio de ideas).

Bien.

Este laboratorio urbano, que también es un think tank, está inspirado en el New Urban Mechanics (Nuevas Mecánicas Urbanas) de Boston, un proyecto que se encarga de promover la innovación cívica enfocada a entregar servicios urbanos transformadores.

En los términos de la propia Gabriela Gómez Mont, el laboratorio urbano sería el espacio de experimentación de buenas ideas para la ciudad y la plataforma para que luego sucedan.

Estas ideas pueden ser sobre cultura, basura, transporte público, etcétera, y pueden generarse dentro o fuera del gobierno.

Una segunda tarea del laboratorio urbano, dice Gómez Mont, es hacer una especie de banco de buenas prácticas, cosas que sí funcionan tanto en la ciudad de México como en otras partes del globo.

La tercera pata de este proyecto consistiría “en reunir voces”, dijo Gómez Mont, “comenzar a hilar y comunicar estas ideas entre nosotros, pero también hacia el exterior”.

Gómez Mont es una convencida de que esta ciudad tiene una energía y un potencial enorme, y que uno de sus problemas es que no lo ha sabido comunicar ni adentro, ni afuera.

Parte de su trabajo consistiría en inventar una narrativa sobre el Distrito Federal como una capital creativa y no como un centro de crimen.

Comparto esta visión.

“A mi se me hace una de las ciudades más sexys que existe en el planeta”, dijo.

Es una ciudad de jóvenes (50 por ciento de la población del DF tiene menos de 25 años) y genera el 34 por ciento del producto nacional bruto.

“¿Qué hay que hacer para que la Ciudad de México se convierta en uno de los epicentros creativos del mundo?” se preguntó Gómez Mont.

No se.

Es una pregunta que yo también me he hecho y sé que la respuesta se antoja amplia.

Por lo pronto, el laboratorio intentará acoger buenas ideas para tratar de implementarlas, ideas que mejoren nuestra calidad de vida en la ciudad.

Ya veremos qué resulta de esto.

¡Anímate y Opina!

*Director de la revista Gatopardo y cronista de la ciudad. Fue director de la revista dF y compilador de los libros ¿En qué cabeza cabe? (Mapas, 2004) y Crónicas de otro planeta (Random House, 2008). Es egresado de la escuela de Periodismo de la Universidad de Columbia y profesor de periodismo narrativo en la maestría de periodismo y asuntos públicos del CIDE.

(Guillermo Osorno | MÁS POR MÁS)