Los comerciantes de la Central de Abastos afectados por un incendio que dañó más de un centenar de locales de flores en abril pasado, dicen que la ayuda económica que les proporciona el Gobierno del Distrito Federal es insuficiente y, aseguran, es el menor de sus problemas.
Los pasillos, que se ubican al exterior de la nave afectada, están llenos de plantas y basura. También hay restos de los locales dañados –como piedras y polvo– en el suelo, ya que los trabajadores que están reconstruyendo estos espacios deben derrumbar algunas de las partes más dañadas.
Anastasio Velázquez, quien vende en la Central de Abasto desde hace más de 20 años, dice que ni siquiera ha sacado del sobre la tarjeta que le dieron para cobrar el apoyo del GDF. Para él, los poco más de dos mil pesos mensuales no son significativos, considerando que perdió más de 50 mil pesos en mercancía.
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El apoyo económico para los comerciantes afectados en la Central de Abastos fue anunciado por la Secretaría de Trabajo y Fomento al Empleo (Styfe) el pasado 17 de abril, diez días después del incendio, a través de la Gaceta Oficial del DF. Los más de dos mil pesos se entregarían a los afectados de forma mensual durante un periodo máximo de seis meses, de acuerdo con lo publicado en la Gaceta.
“¿Las ventas? Pues han bajado, yo creo que en más de 50 por ciento”, comenta Anastasio, mientras amarra algunas plantas en un local que improvisó frente a la zona quemada.
El incendio, que se registró la mañana del pasado 7 de abril en el área de flores y hortalizas, afectó un área de 2 mil 400 metros, de acuerdo con Salomón Chertorivski, titular de la Secretaría de Desarrollo Económico (Sedeco).
La Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) informó que el fuego se originó por un corto circuito en los conductores eléctricos que hizo contacto con material combustible.
“Yo estoy casi todo el tiempo aquí y, cuando no estoy, están mis hermanos. Nosotros nunca hemos visto que cambien o le den mantenimiento a las instalaciones eléctricas”, asegura Anastasio Velázquez, quien adquirió desde hace dos décadas dos de los locales que fueron consumidos por el fuego.
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El dueño de otro local, que se dedica a vender distintos productos para arreglos florales y quien prefirió no revelar su nombre por temor a represalias, afirma que en distintas ocasiones reportaron a las autoridades de la Central que habían fallas eléctricas, “se quemaban los televisores y las bombillas”.
Otro locatario, que vende accesorios para flores, también dice haber reportado las fallas eléctricas y afirma que los créditos que les ofrece el gobierno para reiniciar su negocio y comprar nuevamente la materia prima que perdieron, tienen una tasa de interés elevada y no los pueden pagar.
Aunque el titular de la Sedeco afirmó, en una conferencia en la que se dieron a conocer los apoyos a los comerciantes afectados, que los créditos que proporciona el Fondo de Desarrollo Social (Fondeso) ofrecen condiciones “muchísimo más favorables de los que se pudieran tener en el mercado”.
(IGNACIO GÓMEZ)
