Luchan contra el delito, y a veces, en el ring

Con uniforme azul enfrentan a delincuentes y con máscara luchan contra sus rivales en el ring.

Un grupo de al menos 70 policías de diferentes agrupaciones de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal (SSPDF) comparte una pasión después de una jornada laboral; la lucha libre.

Ataviados con máscaras de diferentes colores y nombres, estos personajes se concentran en el Stand del Campo de Tiro de la corporación para entrenar y compartir este deporte para aquellos compañeros que buscan ingresar a esta disciplina.

“Primero que cualquier cosa somos policías, nos encargamos de los operativos y del patrullaje, la detención de delincuentes y aseguramientos de drogas, el entrenamiento como oficial es muy diferente a lo que hacemos en el gimnasio.

“Por las tardes y noches es cuando tomamos nuestros roles como luchadores, una pasión que nos ha unido aunque no nos conozcamos, incluso cuando hemos luchado en otros Estados de la República y hablamos en nosotros en los vestidores es cuando nos enteramos que somos policías del DF”, comentó “Centinela de la Muerte”, del Sector Balbuena y con 30 años como luchador.

¿Qué dicen los jefes?

Aunque la prioridad dentro de la SSPDF es cumplir con las obligaciones como policías, los mandos encargados de los sectores a los que pertenecen estos elementos han brindado el apoyo necesario para el desarrollo de estas actividades extra laboral.

“Hubo una vez que le pedí permiso a mi jefe para ir a luchar a Guanajuato, era un fin de semana, me dijo que fuera, pero que si surgía algún tipo de evento u operativo donde se me solicitará me iba tener que regresar y cumplir con esos deberes.

“Afortunadamente no pasó nada ese fin de semana, luché y gané mis combates sin problema, al regresar a la ciudad me dijo mi mando que tenía mucha suerte porque no me solicitaron, desde esa vez me apoya y hasta le enseño algunas llaves, para su defensa personal o con su esposa”, compartió, entre risas, Osiris.

La familia

Durango Kid es de los policías y luchadores más longevos de la corporación, le apodan el “Mister” y se encarga de instruir a las nuevas generaciones, incluso a las mujeres policías que deseen participar en esta actividad que, por años, había sido catalogada para hombres.

También ha fungido como un segundo padre para muchos de los policías jóvenes que se inscriben para la lucha libre, pero también les ha inculcado el valor de la familia dentro de sus prioridades deportivas y laborales.

“He tenido varios compañeros bien jóvenes, que aún no forman una familia y se meten de lleno en los entrenamientos y se olvidan del tiempo, siempre les he dicho que aunque no estén casados, compartan tiempo con sus padres y hermanos, ya que eso es elemental para que un policía pueda tener esa virtud de protección, sí les he dicho, si no compartes tiempo con la familia, estás fuera.

“Las compañeras también se me acercan para pedirme que les enseña algunas llaves o técnicas, primero para su defensa personal, ya después les empieza a gustar esto y entrenan de manera regular, aquí no hay diferencia y no se discrimina a nadie, quien quiera es bienvenido”, aseguró el policía jubilado con 30 años en este deporte.

Finalmente, las reglas son básicas y fáciles de digerir, constancia, empeño y compromiso con la SSPDF, porque “al final del día seguimos siendo luchadores vestidos de policías”.

(David Rodriguez)