No hubo trata de personas en el Cadillac

La abogada de 15 de las 46 mujeres que presuntamente fueron rescatadas por elementos de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) en el bar Cadillac aseguró que sus representadas trabajaban libremente en el lugar.

Tras presentar una serie de quejas ante la CDHDF, la licenciada Carla Román comentó que las autoridades trasgredieron los derechos humanos de las bailarinas al ser presuntamente obligadas a declarar en contra del centro nocturno.

“Ellas están solicitando la intervención de la comisión para que se haga una investigación respecto a las autoridades que intervinieron en ese operativo. Se han estado presentando quejas desde el domingo”, declaró Román.

Excesos policiacos

Algunas de las afectadas, que prefirieron permanecer anónimas, aseguraron que al lugar arribaron entre 20 y 40 policías que detuvieron a cualquier persona que estuviera cerca del recinto, incluso a algunos taxistas.

“La mayoría somos madres de familia, no solventamos nuestras necesidades con un salario mínimo así como está el país, con salarios de mil pesos a la semana. Muchas tenemos hijos que solventar”, relató una de las bailarinas.

Según los hechos relatados por estas mujeres, los elementos de la PGJDF que acudieron al operativo incluso quitaron videocámaras e impidieron que se grabara y tomarán fotografías de lo que se estaba llevando a cabo en el establecimiento.

El operativo que comenzó a las 00:00 horas del 1 de julio y duró hasta las 03:00 de la mañana fue realizado por trabajadores de la Fiscalía Especial contra la Trata de Personas, en colaboración con personal de la delegación Miguel Hidalgo.

En total fueron remitidas cerca de 80 personas que trabajaban en el centro nocturno, que se ubica en la colonia Anzures; y algunos de ellos fueron acusados por el delito de trata de personas.

Tanto las bailarinas exóticas supuestamente rescatadas como la abogada que las representa negaron rotundamente que se haya llevado a cabo este ilícito, pues aseguraron que podían acudir a bailar cada vez que ellas quisieran.

(Ignacio Gómez)