¿Nuevo perro en la familia? No olvides estos pasos básicos

Aunque la tarea parece fácil, cuidar y educar a un perro no es un asunto que debas dejar al instinto.

La alimentación y vacunas es lo primero que debes considerar, explica el especialista en etología clínica Moisés Heiblum: “El médico veterinario tendría que hacer un plan y esto dependerá de la raza, la actividad física y de la función a la que esté destinado el animal”. Las vacunas deben comenzar desde las ocho semanas de nacimiento, y “normalmente tiene una calendarización de cada dos semanas hasta cumplir con todas las vacunas”, explica.

El veterinario señala que protegerlo contra el moquillo y parvovirus es esencial a partir del mes y medio de nacimiento, así como la rabia desde que cumple un año.

No hay una receta específica, pero Heiblum recomienda utilizar alimentos preparados específicamente para el perro y evitar darle desperdicios. La elección dependerá de la edad, el peso y la raza de tu mascota, por lo que recomienda consultarlo con un veterinario.

APRENDE EL ‘LENGUAJE PERRO’

Los perros se comunican con los humanos a través de señales corporales, principalmente gestos faciales, la postura del cuerpo, la cola y orejas. “Todo eso tiene un significado y es importante aprender a identificarlo”, señala la etóloga Claudia Edwards.

A través de sus movimientos y posturas podrás saber su estados de ánimo, como la ansiedad, alegría o excitación, explica la etóloga.

No pienses que porque tu perro mueve la cola significa que está feliz, Heiblum dice que esto es un mito y un signo inespecífico. Para poder realmente identificar las señales se debe poner atención a todas las posturas en conjunto, como la posición de las orejas, la cola, el cuerpo e incluso los sonidos que hace.

LO IMPORTANTE ES LA CONFIANZA
Las caricias no siempre pueden ser agradables para tu mascota, incluso en ocasiones pueden malinterpretarlas como una agresión. Edwards señala que nunca te debes inclinar hacia adelante cuando acaricies a tu perro, ya que puede sentirse amenazado. “Lo correcto es ponerse en cuclillas, acercar tu mano cerrada al perro y esperar a que él te huela y, si te deja, acariciarlo en el pecho, la barba o el cuello, no en la cabeza”. El paseo puede ser el momento más esperado de las mascotas, aunque no siempre lo sea para el dueño, sobre todo cuando hay jaloneos o inquietud por parte del animal.; para corregirlo, Gómez recomienda el siguiente ejercicio: “Si jala la correa no camines, hay que esperar hasta que esté tranquilo y camine de nuevo a tu lado”.

CUESTIÓN DE PONER LÍMITES
No esperes hasta que el perro muerda muebles para para ponerle límites, ¡será demasiado tarde! Heiblum señala que es mejor empezar por enseñarle qué es lo correcto, por ejemplo, su espacio para comer, jugar o defecar. Si cuando vuelves del trabajo encuentras cojines desgarrados o que se hizo del baño en un lugar inadecuado, no le grites o lo castigues. Esteban Gómez, entrenador canino, señala que para corregir una conducta no deseada se deben cubrir tres reglas: “Interrumpir en el acto, el regaño o reprimenda debe tener una intensidad suficientemente disuasiva, pero sin generar temor, y posteriormente redirigirlo a una conducta alterna, que sea deseable y por lo tanto recompensable”.
Así se comunica
Si su postura está erguida, con las orejas hacia delante y pegadas al cráneo y la cola pegada al cuerpo, está a la ofensiva.

Tiene miedo si…
Está agachado con orejas pegadas al cráneo y la cola pegada al cuerpo. Está ansioso si se mueve de un lugar a otro sin sentido, jadea, lamen el aire, chillan y salivan.

(Karen Andrade)