Proponen hacer de la Glorieta de Insurgentes una galería de arte

La Glorieta de Insurgentes es el punto de conexión entre dos colonias emblemáticas de la Ciudad de México: la Roma y la Juárez.

Se calcula que en un fin de semana 300 mil personas pasan por ahí, ya que además es un Centro de Transferencia Modal, porque tiene una estación de Metro y una de Metrobús.

Fue construida por uno de los arquitectos más importantes del país: Pedro Ramírez Vázquez, a quien debemos también la Basílica de Guadalupe y el Estadio Azteca.

A pesar de se ha convertido en un punto de reunión de varias tribus urbanas y en un espacio libre y tolerante para la diversidad sexual, está repleto de basura y publicidad ilegal.

Hace más de dos años, la Autoridad del Espacio Público se propuso limpiarla para devolverle el esplendor, por lo que aprobó la instalación de dos nodos publicitarios con la condición de que se limpiaran todos los espectaculares del perímetro.

Según el entonces titular de esta dependencia, Daniel Escotto, se limpiaron 8 mil 800 metros de publicidad de las azoteas y fachadas de los edificios en las calles que salen y entran, como son Génova, Chapultepec, Jalapa, Oaxaca e Insurgentes.

Sin embargo, nuevos espectaculares fueron levantados y el día de hoy funcionan los dos nodos y el paisaje sigue contaminado con anuncios gigantes de cerveza y ron.

Además, las salidas de la Glorieta están repletas de basura y en un recorrido realizado por MÁSPORMÁS se encontró únicamente un bote de basura.

LA PROPUESTA

Agustín Dany, hoy secretario de Cultura del PRI DF, ha propuesto durante los últimos años que la Glorieta se transforme en un lienzo gigante para los artistas defeños.

“En vez de ver publicidad o edificios deteriorados cuando uno circula por Jalapa rumbo a la Roma, por Puebla rumbo a la Condesa o por Génova rumbo a la Juárez vería pinturas o esculturas gigantes”, explica.

Según Dany, los habitantes de la capital tienen poco contacto con el arte y en especial con el arte contemporáneo porque las galerías y museos representan espacios intimidantes o desconocidos para la población.

“Una galería urbana al exterior tendría un impacto masivo”, apunta.

Agustín asegura que hay un ejército de artistas listos para devolverle el color a la ciudad, que harían el tráfico más llevadero y mejorarían el paisaje urbano, además de arreglar sin costo fachadas de edificios que parecen abandonados.

“La Escuela Nacional de Artes Plásticas tiene 4 mil alumnos, la Esmeralda del INBA tiene 600 alumnos, más los artistas independientes y asociaciones de cultura para poder rediseñar esta parte”, asegura el funcionario.

Para que el proyecto sea posible se necesitaría crear un comité en el que participen la Secretaría de Turismo, la de Cultura y las Cámaras de Comercio de la Zona Rosa. Su propuesta es involucrar a las fundaciones del sector privado para ayudar a costear el proyecto.

“Se podría replicar en las entradas a la ciudad de México que son puro cemento. Tiene que haber una política pública parecida a la época del muralismo en los lugares públicos pero ahora se puede hacer con arte efímero, que se renueve y con temas modernos”, dice.

La meta es que las nuevas tendencias de arte estén a flor de piel en la Ciudad.

Su propuesta también incluye transformar el hoy abandonado Cine Insurgentes en una escuela de arte que suministre primero esta zona y luego otros corredores culturales.

(LUISA CANTU)