“Relanzan al pacto, no al país”, por @RicardoMonrealA

El Pacto por México (PPM) fue rescatado después de que PAN y PRD amenazaron con abandonarlo, pero dicho acuerdo de la élite político-partidista sigue sin reflejar una mejoría en los indicadores que más interesan a la gente: como seguridad, empleo, salarios y carestía de la vida en alimentos, luz, gas doméstico y gasolinas. Aquí no ha llegado el pacto y, como dice Don Teofilito, ni llegará.

El relanzamiento del PPM se hizo además con una reforma que ha sido presentada como una panacea para aumentar el crédito y bajar las tasas de interés, la Reforma Financiera. Nada más falso. Es un verdadero espejismo financiero, porque el presunto abaratamiento de las tasas de interés se finca en un encarecimiento real de las garantías del deudor.

La iniciativa de reforma financiera propone el embargo precautorio de bienes del deudor, la creación de tribunales especializados en juicios mercantiles y otorgar al acreedor más derechos, como señalar los bienes a embargar para liquidar un adeudo. El arraigo del deudor, por ejemplo, no lo contemplaban ni las tiendas de raya del Porfiriato.

Abaratar el crédito a costa de encarecer las garantías del deudor, no es democratizar el crédito ni apoyar a los demandantes del mismo: es proteger a los bancos, incorporando una vieja demanda de este sector que ningún otro gobierno, del PRI o del PAN, les había otorgado.

Si realmente se quiere abaratar el crédito, se podrían seguir otros caminos. Por ejemplo, disminuir el diferencial entre lo que cobran los bancos a los usuarios del crédito y lo que entregan en rendimiento a los ahorradores e inversionistas. Otro mecanismo de apoyo directo a las pequeñas y medianas empresas (pymes) que son las que más empleos generan y menos crédito consumen, es eliminar el IETU o no cobrar el IVA en los préstamos a este sector.

Pero ninguno de estos caminos se aplicaría porque el primero afecta el margen de ganancia de los bancos y el segundo afecta los ingresos fiscales del gobierno. Por ello, “hágase la voluntad de Dios en las mulas de mis compadres, los acreedores”. Es decir, si quieren crédito barato, deberán entregar garantías más caras. Gobierno y bancos van de la mano en esta modalidad de usura o confiscación de facto.

La reforma financiera con la que se relanza al PPM –no al país–, es la primera de otras reformas lesivas para los consumidores, cuentahabientes y contribuyentes mexicanos que vienen en camino. Es la punta de lanza para abrir paso a las reformas fiscal y energética, que buscan resarcir las finanzas del gobierno a costa de la maltrecha economía de las familias mexicanas.

¡Anímate y opina!

*Diputado Federal, Coordinador de los diputados de Movimiento Ciudadano. Exgobernador de Zacatecas.

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(RICARDO MONREAL ÁVILA)