Una ciudad deprimida

El jueves 1 de agosto, Fernanda G. intentó suicidarse, a pesar de ser derechohabiente del ISSSTE y paciente de Instituto Nacional de Nutrición tuvo que esperar casi una semana para recibir la atención médica suficiente. “En esos días sólo necesitaba que me internaran, me cuidaran, me encerraran, quería morir o hasta matar a todos”, cuenta la joven de 29 años.

En el Distrito Federal, las enfermedades mentales son cada vez más frecuentes, particularmente la depresión y la ansiedad, padecimientos que a pesar de ir en ascenso, pocos lo saben.

Aunque se siguen creando espacios para dar atención a estos pacientes y contamos con una Ley de Salud Mental, los esfuerzos –a decir de los expertos– son insuficientes para una población que, sobre todo, requiere de una atención de nivel medio, a grave (segundo-tercer nivel).

“En promedio es uno o dos de cada diez capitalinos los que padecen algún tipo de enfermedad mental”, dijo a MÁSDF el coordinador de Salud Mental de la Secretaría de Salud del DF, José Agustín Vélez.

Datos de la misma dependencia lo confirman. 20% de los capitalinos padece o padecerá de algún tipo de trastorno mental en su vida, pero sólo 15% de ese porcentaje acude a buscar tratamiento en los servicios de salud; el resto, no sabe que existen opciones gratuitas en el primer nivel de atención.

Fernanda había ido once años a terapia sicológica y había sido medicada por siquiatras para llevar la vida “estable”, pero una crisis de ansiedad detonada por cuestiones laborales la llevó al límite en una crisis depresiva.

COBERTUA PSIQUIÁTRICA

El coordinador de Salud Mental de la Secretaría de Salud del DF, José Agustín Vélez, comentó que –con base en lo que marca la Ley de Salud Mental del Distrito Federal– en todos los centros de salud hay unidades de siquiatría que atienden al grueso de los padecimientos, que no requieren de hospitalización. Aunque el gobierno local no tiene hospitales especializados, sí existen convenios para canalizar a los pacientes más graves a los nosocomios federales.

Cada año, los servicios de salud del DF atiende unas 35 mil personas, de las cuales poco más de 50% es gente entre los 30 y 50 años de edad.

Para 2013, el presupuesto de este rubro creció 4.4%, pero aún no se tiene la capacidad para dar atención de tercer nivel, como la que sólo puede dar el gobierno federal.

Fernanda requería de un tratamiento que en el Instituto Nacional de Psiquiatría, por su condición económica de clase media, tenía un costo de 25 mil pesos por cuota de admisión más 60 mil pesos por 24 días de internación.

A causa de su intento de suicidio y el peregrinar por diversos hospitales, fue despedida por “abandono de labores” y además de su problema de salud, ahora debe lidiar con el desempleo y las cuentas de hospital.

LOS RECURSOS

Para el ejercicio fiscal 2013, la Cámara de Diputados señala que el presupuesto para salud en México representa el 2.69% del Producto Interno Bruto (PIB). De los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), somos de las economías que destinan menos recursos públicos para esta función.

Países como Dinamarca, por ejemplo, gastan un 9.78% del PIB en salud; Francia da un 9.19%; Alemania, 8.92%; Austria, 8.55%, y Estados Unidos, 8.3%.

SIN CAMAS

Hay veces que no se es suficientemente adinerado para atenderse en un hospital privado, no se es lo bastante pobre para recibir ayuda a bajo costo, o no se está lo notablemente mal; tal es el caso de Fernanda, en el que ser un adulto de clase media con seguridad social se le impidió ser atendida, en el peor momento de su crisis, en el Instituto Nacional de Psiquiatría o el Fray Bernardino Álvarez, los mejores en el ramo.

En el caso de esta egresada de la carrera de Relaciones Internacionales, su problema fue a causa de “la burocracia en el ISSSTE”, afirma, no pudo ser atendida en sus área especiales de siquiatría porque no había especialistas en ese momento, y en los institutos nacionales no había camas.

Según al Organización Mundial de la Salud (OMS), en México hay 19.6 médicos por cada 10 mil habitantes, pero sólo 0.2 siquiatras y 0.4 camas en hospitales de siquiatría. Este último dato se contrasta con el de Cuba, donde hay 1.1 especialistas en siquiatría, o Somalia, país africano donde hay 0.6 camas en hospitales siquiátricos entre el mismo rango de población.

¿QUÉ LA DESATA?

– Factores externos o extraordinarios que pueden desatar una crisis depresiva

– Abandono de los padres

– Rechazo durante la infancia

– Aislamiento social

– Muerte de algún ser querido de manera repentina

– Perdida del empleo

– Separación o divorcio

– Problemas de relación matrimonial

– Ser objeto de abuso sexual, psicológico o verbal

– Inestabilidad económicas

– Desastres naturales

– Adicciones

– Trastornos de la alimentación

¿A DÓNDE ACUDIR?

Existen distintos servicios de auxilio y emergencia en caso de alguna crisis depresiva, que dicen atender las 24 horas y los 365 dias del año. MÁSDF constato algunos y calculó el tiempo de respuesta

LOCATEL

56581111

Ayuda Psicológica

20 minutos para atención telefónica con un psicólogo

LINEA MEDICA SSA-DF

51320909

Auxilio psicológico

5 minutos para atención con un especialista

CENTROS DE INTEGRACION JUVENIL

52121212

34 minutos para canalizar la situación a una instancia médica

HOSPITAL SAMUEL RAMIREZ DE LA SSA Federal

58601330

HOSPITAL FRAY BERNARDINO ALVAREZ DE LA SSA Federal

55730307

En estos dos números nunca contestaron y sólo se escucha a una grabación pidiendo que se enviara un fax con el servicio requerido

(CRISTINA SALMERÓN)