La lucha incansable para encontrar un buen depa

Ciudad


Encontrar el depa ideal para vivir en la CDMX no es fácil. La búsqueda puede convertirse en un proceso insufrible y, ya que lo hallas, existe una gran probabilidad de que te encuentres con alguno de estos contratiempos inmobiliarios.

Las fotos

El anuncio en internet trae fotos fuera de foco de los trastes sucios, de la cobija del América, del Winnie Pooh de peluche, de la elíptica cubierta de ropa… Sale todo, menos el departamento.

Expectativa vs. realidad

La otra opción es que las fotos parezcan sacadas de una revista de arquitectura, pero en la vida real te topas con un depa húmedo, oscuro, sin ventanas y con el piso desprendiéndose.

La cita

Con la impuntualidad que nos caracteriza, y como no vivimos en la ciudad más fácil de transitar, agendar cita con el agente es imposible. Y cuando lo logras, ya se te quitaron las ganas de mudarte.

 

La remodelación

Cuando el anuncio dice “recién remodelado”, a veces esto puede traducirse como “quitamos todo lo bonito del depa para convertirlo en un lugar genérico, con materiales chafas y vidrios verdes”.

Las divisas

¿Un depa de dos recámaras cerca de Metro Chapultepec por solo $7,000? ¡Suena muy razonable! Llamas entusiasmado y te enteras de que no eran pesos… sino dólares. Finges que se corta la llamada.

 

El engaño

Cuando un depa suena demasiado bueno para ser real, es probable que haya chanchullo. Te van a aplicar la de “Ando de viaje, pero deposítame”, y ¡zas! El dueño fantasma es un príncipe nigeriano.

El fiador

Cuando encuentras el depa ideal, te topas con que ningún amigo es propietario (porque se han gastado la lana en chupe) y nadie puede ser tu aval. Tienes que recurrir a tus tíos lejanos que te odian.

 

La pelea

Cuando encuentras un milagro inmobiliario, difícilmente eres el único. Hay que tener los papeles listos y ser el más rápido del oeste para que no te lo ganen. Un clásico escenario del Buen Fin.