Disfrutar de la naturaleza sin perder la comidad, qué es el glamping

Por: Redacción
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Fotografía: cortesía. Texto por Ivett Rangel.

Estructuras dignas de relatos de ciencia ficción y experiencias que hablan de cada localidad sin tener que sacrificar comodidad: eso es lo que ofrece esta forma de hospedaje, considerada el nuevo lujo para millennials y centennials viajeros.

Desde las estrechas veredas de polvo y piedra se revela un refugio que servirá para desacelerar la respiración y tranquilizar el alma. Porque dormir al aire libre, bajo millones de estrellas, en paisajes irrepetibles y dentro de las más peculiares estructuras es el nuevo gran lujo de los viajeros. Así podría resumirse la experiencia de un glamping, una opción de hospedaje que encontró impulso alrededor del mundo debido a la pandemia y que en México no fue la excepción.

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Glamour + camping

El término glamping se usó por primera vez en 2005 en Reino Unido para atraer a personas que buscaban convivir con la naturaleza sin renunciar a una cama, electricidad y una ducha caliente. Es “la yuxtaposición de lo rudo y lo bonito, lo sucio y lo glam, el disel y lo encantador”, define Mary-Jane Butters, según el New York Times, en su libro Glamping (Gibbs Smith, 2012). Hasta 2016 se agregó al Diccionario de Oxford.

A pesar de que el término resulta contemporáneo, sus orígenes se remontan a muchos siglos atrás, cuando reyes y sultanes viajaban con sus regimientos para visitar o conquistar nuevos territorios, por lo que era necesario montar una carpa que ofreciera todo el lujo que el líder demandara. En la era moderna, el glamping está ligado con los exploradores británicos, como Gordon Laing, Varney Cameron y David Livingstone, quienes crearon espacios de alojamiento móviles que les permitían trabajar placenteramente durante sus viajes a África a mediados del siglo XIX.

En México hay 130 glampings repartidos en 26 estados, hasta marzo de 2023, según cifras de la recién creada Asociación Mexicana de Glamping (AMG), y la mayoría se concentran en Baja California, Baja California Sur y Jalisco, aunque en el centro del país, Estado de México, Puebla y Tlaxcala, cada día hay más oferta.

“El glamping vino a darle un segundo aire al ecoturismo en el país porque, con la pandemia, la gente quería estar en espacios abiertos y lejos de otros, y cubrió esas dos necesidades”, dice Miguel Ángel Huerta Vallejo, presidente de la AMG.

“Ahora es también una manera en la que los mexicanos estamos recuperando nuestros espacios naturales, pues México es uno de los cinco países con mayor biodiversidad del mundo: tenemos selvas, bosques, desiertos, pastizales, litorales marinos, que aún son un lienzo en blanco para el viajero que ama la naturaleza”.

Hay una amplia variedad de estructuras: domos geodésicos y tiendas tipo safari o bell tents son las más comunes, pero igual se encuentran casas de árbol, burbujas de lona, cabañas con marco tipo A, casas estilo hobbit; barriles, contenedores y hasta vochos adaptados. 

Además de ubicarse en entornos únicos, este tipo de hospedaje ofrece exclusividad, pues cuentan con unas cuantas habitaciones, concentrando la atención en el viajero. “El glamping es para todos, aunque quienes se sienten más atraídos son personas entre 21 y 45 años, que buscan espacios a los que puedan viajar con sus mascotas”, comenta Miguel Ángel.

Si te han llamado la atención, aquí están algunos destinos que puedes considerar para tus próximas vacaciones.

Malinalco

Malikualli Complejo Ecoturístico ofrece las mejores vistas de este Pueblo Mágico mexiquense. Cada domo está equipado con cama king size, una mesa y dos sillones, así como un baño completo con agua caliente y amenidades artesanales. Al exterior, todos tienen terraza privada con área de fogata más una amenidad única: una malla volada, un jacuzzi o un columpio futón.

Nanacamilpa

En Glamping Octli, además de garantizar el mejor descanso en alguna de sus 16 tiendas tipo safari (que lo hacen el glamping más grande de México), presumen la producción de “la bebida de los dioses”, pues está internado en un campo magueyero. De hecho, Octli significa pulque. También se ofrecen degustación de cervezas artesanales y una experiencia fine cuisine con el chef Andy Salazar. Cada tienda está equipada con una cama matrimonial, lámparas y artesanías tlaxcaltecas. El campamento tiene baños privados, servicio de restaurante e internet inalámbrico, asadero y fogatero comunal y temazcal.

Mazamitla

En plena sierra se encuentra el más peculiar hospedaje: La Estela Bubble Glamping. Aquí no hay internet inalámbrico ni servicio de comedor, pero sí una enorme terraza privada con camastros y sombrilla, un jacuzzi inflable y una cocina bien equipada. Cada burbuja tiene una cama queen size y una bañera al interior, así como aire acondicionado o calefacción. Cabe mencionar que es exclusivo para adultos.

*Texto adaptado para Máspormás

CHILANGO JUNIO P. 22-35

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