El día después del día de los inocentes

Broma pomposa, elaborada y casi irrealizable: LA MALDITA LISIADA

Primero que nada: tienes que aprender a hacer cristalería de azúcar (la que usan en las telenovelas a la hora de los catorrazos). En esta liga puedes darte una idea de cómo prepararla: es.wikihow.com/hacer-vidrio-de-azúcar.

Una vez que cuentes con tu utilería, ponte de acuerdo con algún compinche y enfráscate en una batalla simulada como salida de un guion de Juan Osorio. Para brindarle más realismo a tu actuación, procura colocar sangre artificial en tus recipientes caramelizados.

Broma totalmente asequible: DESAYUNO INESPERADO
 
Si eres el encargado de la cocina en tu hogar, esta broma es ideal para ti. Para esta jugarreta sólo necesitas una lata de duraznos en almíbar y un litro de yogurt natural. Coloca una capa circular del lácteo en un plato y decóralo con una rodaja de fruta a manera que parezca una yema de huevo.

Se recomienda cocinar un huevo estrellado para que el olor le dé credibilidad a tu broma. Sólo queda disfrutar la confusión de sabores que has provocado en el paladar de tu víctima.

(URIEL SALMERÓN)