El arte de Saner hecho comida

Por: Redacción
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Mi Guerrero Ikal es un restaurante donde los diseños del conocido artista visual se convierten en compañeros de una experiencia culinaria única

Por Liz Basaldúa*

Mi Guerrero Ikal es un reflejo del alma creativa de Saner. Ubicado en Coyoacán, este restaurante cautiva desde que se pone un pie en su interior con una atmósfera que promete un viaje culinario y artístico único.

Saner, conocido por su arte visual influenciado por la cultura mexicana y el folclor, ha dejado huella desde sus inicios en el graffiti hasta con su carrera como muralista y diseñador debido a sus obras plasmadas o expuestas en calles, galerías, eventos y museos. 

El restaurante resalta la mexicanidad con un mural de un corazón enorme que, entre naturaleza y tonalidades rosas, tiene a un guerrero dentro inspirado en el hijo de 3 años del artista. Es una cálida bienvenida para un espacio que busca alimentar el alma y el cuerpo.

Desde las mesas hasta la carta, todo está impregnado con la misma esencia. Por supuesto, no falta una galería que ofrece una amplia gama de arte y productos para comprar.

¿Qué pedir?

Saner colaboró con talentosos chefs para crear un menú que destacara los sabores auténticos de la gastronomía mexicana con ingredientes como guacamole, quelites, hoja santa y chiles.

Lo imperdible son el Óox, que es avena en tres leches de coco con canela y frutos rojos; Káajal, un guacamole de la casa acompañado de chapulines, quelites y totopos de maíz azul; Nikté, que conjunta mini tlacoyos de frijoles, haba, garbanzo y lenteja, acompañados de ensalada de nopales, queso ocosingo y xnipec con chile de agua; Nal, una tlayuda oaxaqueña con frijoles maneados, quesillo, cecina y aguacate; y de postre Ixchel, el cual presenta un volcán de chocolate con un toque de chile guajillo.

*Texto adaptado para + Chilango