#ListasInútiles: nueve frases del pacheco defeño

Hoy es 20 de abril, 420, el cuatro-veinte: el día en el que se celebra internacionalmente la cultura en torno al consumo de la mariguana. O sea que no debería extrañarte escuchar alguna de estas frases típicas de la pachequez defeña.

“Esta mota está regañona”. Una de dos: o al fumarla estuvo muy rasposa para la garganta y provocó un ataque de tos, o desató un viaje introspectivo y de autocuestionamiento. Generalmente se refiere a la primera acepción.

“Se me trepó el payaso”. Cuando la mota provoca un estado de simpleza en el que cualquier babosada da risa.

“Ando bien erizo”. Se pronuncia esta frase cuando hay gran antojo de mota pero no se cuenta con ella. Una eriza ejemplar de nuestra historia fue la cucaracha, la cucaracha que ya no podía caminar, porque no tenía, porque le faltaba… mariguana que fumar.

“Me llegó el hornazo, ¡que se mochen!”. Cuando alguien detecta el inconfundible aroma de la mariguana con su sentido pacheco-arácnido y sigue el rastro, a ver si le convidan.

“Güey, saca el monchis”. Aunque el término es internacional (en inglés se dice munchies), nomás los defeños conocen el placer de echarse unos tacos al pastor en el bajón.

“Qué malviaje”. Uno puede malviajarse en cualquier estado, ya sea sobrio o bajo los efectos de cualquier sustancia, pero el pacheco es especialmente susceptible a la paranoia.

“Tssss, traigo la gafa”. Declaración que ocurre al verse al espejo y notar los ojos chiquitos-chiquitos y rojos-rojos. En caso de querer disimular el estado de pachequez, puede adquirir un tono de preocupación.

-“La bacha… ¡pa’l duende!”. Cuando el último fragmento del cigarro de mariguana se vuelve casi imposible de fumar, los pachecos suelen aventarlo por ahí y decir que es “para el duende”.

“Ya ando pachipedo”. Un estado nada recomendable, donde se mezclan la  borrachera y la pachequez. En el menos grave de los casos, se experimentarán contradicciones de voluntad, como que el lado borracho quiera bailar salsa y el lado pacheco sólo tenga ganas de seguir echado y clavado en las texturas. Sin embargo, al pachipedo le puede ‘dar la pálida’ e incluso requerir atención médica, así que no hay que andar mezclando.

 

(Tamara De Anda)