Los juegos del hombre: el DF kinky

Es 14 de febrero y es tiempo de acordarnos del amor. De tomar a la pareja por la mano e invitarla a un romántico recorrido por el parque. Es tiempo de comprar el globo con helio y los chocolates con sobreprecio. De -intentar- transitar por una ciudad saturada rumbo a una cena elegantísima y luego transmutar en un conejo esquizoide con dirección a algún sobrepoblado piso de hotel. El cortejo se repite de memoria, como una letanía. Cada año significa volver al mismo ritual, a la cansina rutina del Día de San Valentín.

Si estás cansado de haberte vuelto en un autómata del romance o esta fecha se ha convertido en una simple y tediosa asignatura que cumplir, necesitas agregarle unas cucharadas de variedad a tu festejo. Olvídate de tus celebraciones convencionales y anímate a probar algunas de las alternativas que ofrecen los circuitos más pícaros de la ciudad. Antes de aventarte “como El Borras”, consulta las recomendaciones de los expertos para velar por tu seguridad y evitar malentendidos.

NOS GUSTA LO DIFERENTE

I.-

Mr. M y Miau Miau entraron al mundo swinger hace dos años y medio. Primero compartieron algunas fotos en portales web, donde ella se mostraba desnuda, y después se decidieron a vivir la experiencia en vivo en una fiesta. Ambos quedaron fascinados. “Nosotros empezamos como swinger, conociendo parejas y saliendo con ellas, pero pronto nos dimos cuenta de que lo que más nos gusta es tener encuentros con hombres solos”, dice Miau Miau.

II.-

“Cuando nos conocimos mi marido y yo, nuestra química sexual fue enorme, como yo nunca lo había sentido. Le gustaba que me pusiera lencería, me decía cosas al oído mientras hacíamos el amor. Me contaba que me iba yo con un chico a un hotel”. Sus fantasías prontamente habrían de llevarlos a practicar una vertiente llamada cuckold, en la cual ella tiene sexo con hombres mientras Mr. M observa. Él tiene una jaula de castidad, que lleva puesta a diario; ella custodia la llave y decide cuándo liberarlo.

III.-

Shizuko rompió el tabú. Desde su adolescencia le contó a sus padres que tenía gustos un tanto distintos a los de la mayoría: le gustaba ser amarrada, hacer suspensiones en cuerdas, ser nalgueada hasta pigmentarse de un rojo intenso y que vertieran gotas de cera sobre su piel. Sus papás no pusieron el grito en el cielo, sino que le recomendaron visitar a una serie de expertos médicos para no poner su salud en riesgo. “Quería que fueran conscientes de que me gustaba lo diferente, pero que lo estaba haciendo bien”.

IV.-

Junto a Takumi, su pareja, inició el Instituto Mexicano del Shibari con la intención de dar talleres especializados en bondage, una bifurcación del BDSM (Bondage; Disciplina y Dominación; Sumisión y Sadismo; y Masoquismo) que consiste en atarse de manera estética –con cuerdas, corbatas o lo que se tenga a la mano- para jugar roles de poder. También brinda clases de shibari, la cual es una derivación más refinada de la atadura y que está llena de simbolismo.

LAS REGLAS DEL JUEGO 

V.-

“Ser swinger no es para todos”, enfatiza la pareja. Según su experiencia, para que este ejercicio termine siendo satisfactorio es necesario tener una relación muy sólida donde la comunicación sea puntal. Ambos tienen que querer y acordar los mismos objetivos. No hay que visualizar al otro como una posesión. Al momento de citarse con otras parejas el respeto lo es todo: “Cuando encuentras a alguien que te atrae, pero tú a ellos no, hay que saber aceptarlo. Estamos en un ambiente sexual y es muy importante dejar claro lo que buscas desde un inicio. No hay porqué hacer cosas que no quieres hacer, aquí nadie obliga a nadie”.

VI.-

Ya que la mayoría de los encuentros se acuerdan a través de las redes sociales y distintas comunidades virtuales como Swingers Date Club, Swingliving o Pasión liberal, es importante que alguien sepa en dónde estás y de preferencia elegir un hotel discreto y seguro. Todas las relaciones sexuales, incluyendo sexo oral, deben ser con preservativo.

VII.-

En el caso de las prácticas sadomasoquistas, Shizuko recomienda saber lo más básico sobre nuestra pareja y configurar una palabra de seguridad, con la cual se paren todas las acciones. Las reglas del BDSM señalan que los encuentros tienen que ser seguros, sensatos y consensuados. Hay que definir, después de una buena investigación, el rol que cada quien quiere seguir: dominante o dominado.  Para los novatos, es vital que se creen expectativas reales sobre su primera experiencia y no quieran intentar amarres y posiciones imposibles que hayan visto en algún video o libro.

VIII.-

Shizuko considera que con 50 Shades of Grey  se está quitando el tabú que rodea a las prácticas sado, pero también crea problemas. “Una cosa es tu fantasía y otra la realidad. Puedes decir: ‘a mí me encantaría recibir las 20 mil nalgadas que recibe en el libro’, pero después de la primera ya no es tan bonito”. La experta recomienda ir de menos a más como en cualquier actividad física, incluso realizando calentamientos y diferentes rutinas.

IX.-

Antes de sostener un encuentro BDSM como la gente decente, se recomienda escribir en una playlist qué tipo de prácticas están permitidas y cuál es nuestro límite durante la sesión, esto con el objetivo de no sobrepasarse ni ser sobrepasado. También se debe especificar si se aceptan o no más integrantes en el encuentro, si se deben consumir anticonceptivos, además de ser sinceros respecto a la experiencia con la que se cuente. Después de los catorrazos, se estila realizar una sesión de retroalimentación entre los involucrados, llamada aftercare. En esta especie de caja negra se discute cuáles estímulos funcionaron y los que de plano quedan vetados, mientras unos y otros se apapachan.

SALTANDO A LA CANCHA

X.-

Los tiempos han cambiado. Antes se tenía que pagar un anuncio en una revista “de mala fama” y esperar. Ahora la aventura está tan sólo al alcance de un click. Basta con escribir ‘swingers México’ en el buscador y empezar a contactarse con personas con los mismos intereses. De acuerdo a Mr. M y Miau Miau, el ambiente ha crecido de manera incalculable en nuestro país.

XI.-

Actualmente existen poco más de 20 antros con este giro en la capital, además de las fiestas privadas y las albercadas que se llevan a cabo cada fin de semana. “Hay blogs que reseñan antros, que te dan una vista más personal de su relación en el ambiente y lo que les ha molestado o funcionado”, recomienda la pareja. Para más referencias se pueden visitar las siguientes guías: jardindeadultos.blogspot.com y sexyerotismo.blogspot.com.

XII.-

El sexo en este tipo de intercambios es más real, piensa la pareja. De él se separan los aspectos personales, los problemas en el trabajo y los malos ratos, para dedicarse de lleno a disfrutar del momento. En estos trueques han conocido personas de quienes se han vuelto grandes amigos. Para Mr. M y Miau Miau, ser swinger les ha permitido comunicarse a profundidad en los aspectos emocionales, además de volver muy emocionante su vida sexual.

XIII.-

El Instituto Mexicano del Shibari brinda asesorías de manera virtual a través de su cuenta en Vimeo (Takumi Shibari), y de manera personal en Colima 267, Roma. Para más información sobre cursos, presentaciones, fiestas e informes, visita: institutomexicanodelshibari.blogspot.mx. Su evento más próximo se realizará el viernes 27 de febrero en sus instalaciones, donde se presentarán varios performances, cortometrajes y se premiará al mejor atuendo de la celebración.

XIV.-

El sadismo y el masoquismo han dejado de ser una parafilia. Que te guste o interese ser amarrado, golpeado, humillado u ofendido no significa que te hayas vuelto loco o estés enfermo. Siempre hay que llevar a cabo estas actividades con respeto, pero sobretodo con responsabilidad. “Este es un juego de adultos”, concluye Shizuko.