Mercado Roma: Un destino para gourmets

Podría describirse como un corredor gastronómico, como el lugar que está “en onda” en las inmediaciones de la Roma, como un espacio que reúne propuestas para paladares exigentes o como una plataforma de nuevas tendencias culinarias que agrupa productores con proyectos artesanales y chefs de vanguardia.

 Está ubicado en la calle Querétaro 225. Fue diseñado por el despacho arquitectónico de Michel Rojkind. Las tonalidades son un contraste de tonos negros y naranjas, el piso es de mosaicos, los puestos, de diferentes formas, tamaños y diseños, están distribuidos en dos plantas y en la parte superior, coronando el concepto, está el biergarten, un espacio inspirado en las clásicas terrazas de Baviera, donde entre mesas largas de madera desfilan tarros fríos de cerveza, y en donde te sientes, o en un desfile de modas o en un convivio casero.

Entre el mercado y la terraza te toparás con el restaurante Carbón, donde podrás comer cortes finos de caza, aves y pescados preparados en un sofisticado rosticero; también hay un piano bar, entre lúgubre y minimalista, llamado Melody Nelson, como aquel disco de Serge Gainsbourg. La atmósfera es sexy, como las historias del músico francés, e invita a pedir un whisky para envalentonarse y ligar.

Volviendo al interior del mercado, en la parte central hay un espacio con mesas, como las de biergarten, son largas, así que puedes compartirlas con desconocidos. Hay también una terraza verde, donde está instalado Metro Huerto, un proyecto de cultivo urbano que enseña a cosechar alimentos en casa.

Si no te ha dado curiosidad visitarlo, aquí te enlistamos algunos de los proyectos gastronómicos que forman parte del corredor, las propuestas son variadas, verás desde una almeja chiluda de Ensenada, nadando en una pecera, hasta hongos silvestres, especias, semillas, quesos, jamones, helados, hamburguesas, sabores árabes, tacos de barbacoa, mezcales, cervezas, quesadillas, pan, chocolates, tapas, carnes y mucho más. Hay que ir con hambre y en quincena, porque los precios no son accesibles.

¡AHORA SÍ, PÁSELE! ¿QUÉ VA A LLEVAR?

Villa de Patos

Nueces naturales y garapiñadas con romero, chile o combinadas con ate de membrillo, hojuelas de coco que se deshacen en la lengua, quesos de oveja, leche de vacas felices, mermeladas, miel de agave, aguamiel de sabores, cajeta, dulces y otras delicias es lo que ofrece este proyecto de productos orgánicos originario de General Cepeda Coahuila, donde se ubica un rancho comprometido con el desarrollo sustentable y los alimentos sanos.

Germina

Más de 18 variedades de frijoles, granos y cereales a granel; diferentes tipos de arroces y trigos, semillas de amapola, cacao orgánico y unas pecaminosas macadamias es lo que puedes llevar de este puesto ubicado en el primer cuadro del mercado. Los productos son de diferentes partes de la República y es un proyecto comandado por el chef Daniel Ovadía.

Ochentaocho

Cemitas elaboradas a base de agua, aciditas, saladitas, doraditas, compuestas con pavo, pierna, jamón, queso de puerco, aguacate, chipotle, aceite de oliva y papaloquelite es con lo que podrás matar el hambre en Ochentaocho. Quizá ya los conoces por sus sucursales del centro, si no, ve a probar, te recomendamos el de pierna y el de milanesa.

Arbanus

Si eres vegetariano o te gustan los sabores orientales tendrás que sentarte en este puesto ubicado al centro del mercado, donde desfilan las creaciones del chef Daniel Frydman. Kipe bola, baba ganush, filas rellenas de espinaca y queso, hummus, cous cous, falafel, brochetas de pollo, pitas y kebabs son las opciones. No te vayas sin probar los postres, hay baklava de pistacho y chabacano, dedos de novia o un setlash acompañado de un humeante café turco, si tienes suerte hasta te llevas una lectura de café.

Barbacoa del 23

Si andas crudo y soportas el bullicio, entonces visita este puesto y cúratela con una barbacoa clásica de Capulhuac, Estado de México. Dicen que los corderos son de primera calidad, basta probar para comprobarlo, porque se puede decir lo que sea pero en el paladar se desbarata cualquier blasfemia. También hay mixiotes para enemigos de la carne. No te pierdas las salsas y si tienes suerte puedes marinar los platillos con un trago de pulque, pa que resbale y conecte.

Que Bo!

Cual si fuera un sarape de saltillo, el aparador de Que Bo! muestra una gama multicolor donde el rosa mexicano, el morado, el verde bandera y el azul pintan la geografía mexicana en pequeñas piezas de chocolate. Cada una de las piezas son la punta de una barra de labial y con ello, el chef José Ramón Castillo invita a ponerlos en tu boca. Para acompañar te recomendamos probar las bebidas de cacao.

PARA SENTARSE A COMER

Si eres tímido se te tendrá que quitar compartiendo mesa en esta área ubicada al centro del mercado.

Da Silva!

Pan dulce, chocolatines, garibaldis, macarrones o brioches hojaldrados; pan relleno de crema pastelera, naranja, limón e higo o el famoso Da Silva, el que todos tienen que probar, son las especialidades de esta panadería del chef Eduardo Da Silva. También hay pan salado y se puede preparar con levadura integral o natural.

Spice Market

En la parte superior del mercado, hay un rincón aromático de especias mezcladas y condimentos para sazonar carnes, pescados o pastas. Rachel Benveniste, una de las propietarias, creó estas combinaciones con hierbas naturales, libres de conservadores. Una de las mezclas favoritas es la de Cebolla Papikra, es rústica y la puedes mezclar con papas.

La Fromagerie 

El primer local que se asoma del lado derecho es una tiendita de quesos y embutidos del mundo. Las variedad se concentra en productos traídos de Francia, Italia, España, Holanda e Inglaterra. La idea es comprar queso por tabla y combinarlo con una buena copa de vino. El vino recomendación de la casa se llama Liuva y hace un par perfecto con queso Brie o Camembert.

Wagyu

Del rancho Las Luisas llega la especialidad Wagyu. Un tipo de carne que proviene de un ganado de origen japonés, (wa se refiere al japonés y gnu significa res) la principal característica de esta carne es que es mucho más tierna. Eso se debe al grado de marmoleo, eso quiere decir, que toda la grasita que rodea al músculo se derrite cuando la cocinas, haciendo la carne magra, suave y jugosa. Si no crees prueba los tacos.

Ruta de la seda

Subiendo al primer piso, del lado derecho, se asoman una serie de esponjados pastelitos. Se trata de una pastelería, repostería y panadería orgánica que utiliza una gran variedad de harinas. Lo primero que debe probar son los pasteles o muffins de té verde con un café, también orgánico.

La perla del Mercado

Un local que mezcla de una forma especial sus productos. Hay perlas de Tahití, con las cuales te pueden hacer una pulsera, collar o aretes y mientras esperas tu joya, puedes deleitarte con un vino de la cava del chef San Román o elegir alguna de las tapas de boquerón, combinadas con aguacate y fresa, o un croissant relleno de chuleta de cerdo marinado en salsa de piña. El tratamiento de tu perla es muy importante, así que la espera debe ser un deleite.

El camino Xalatlaco

Los productos de este puesto vienen del rancho El camino, ubicado en el Xalatlaco, Estado de México. La especialidad son los hongos silvestres. Los hay de varios tipos, chileno, porcini, duraznillo o escobeta. También hay mermeladas, aderezos y mantequillas de nuez o aguacate. Los fines de semana preparan tartas de verduras y ensaladas.

La Macarela

Una exclusiva pescadería. A simple vista se pueden ver grandes y coloridos robalos, huachinangos, almejas pismo o chocolatas y mojarras de todos los tamaños. Todo descansa sobre los hielos cristalinos. La idea es que escojas el pescado y el experto te lo filetea según el platillo que tengas en mente. Los productos llegan cada tres días de Ensenada, California, Culiacán y Mazatlán. Los precios varían según la temporada, en este mes de julio el Dorado tiene un precio de $87 por kilo.

(ARETHA ROMERO Y MARIANA COPPEL | FRENTE)