“Nunca los voy a defraudar”, Sheinbaum a comunidades indígenas

Por: Redacción
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Fotografía cortesía Redacción por: Jorge Almazán R.

Luego de 40 años de haber estado en la comunidad Cheranatzicurin, en Michoacán, y hacer un recorrido entre la lluvia, Claudia Sheinbaum regresó al lugar donde pasó tres de esos años con compañeras y compañeros de la Facultad de Física para conocer y apoyar a sus habitantes a cocinar sin que la salud se deteriorara, pues hacían los alimentos en piedras y comal de barro. 

Además de realizar su tesis “Estudio termodinámico de una estufa de leña eficiente”, ahora estaba de retorno para agradecer todo lo aprendido y asegurar que “nunca los voy a defraudar”.

“El día de hoy vengo a Cheranatzicurin a darles las gracias. Me siento como hace mucho no me sentía: profundamente emocionada. El corazón late y las lágrimas se me agolpan en los ojos, pero no de tristeza, sino de una enorme emoción. Aquí Pedro, quien albergó a los estudiantes en ese entonces, ya no está, pero estamos seguros que nos está escuchando; doña Celia ya no está, pero su esposo me trajo estas gorditas de chicharrón que hacíamos juntas para recordar hace 40 años”, dijo con la voz entrecortada.

Durante un encuentro de identidad y hermandad con pueblos originarios, Sheinbaum advirtió que “cada prenda, cada artesanía que llevo puesta el día de hoy, es para mí un compromiso”. 

Y añadió: “Primero recibir el cariño, porque la esencia de lo que nos junta es el corazón; cuando uno lucha por un México más justo, cuando uno lucha porque cada mexicano y mexicana tenga acceso a la educación, a la salud, una vida digna y al mismo tiempo siga conservando sus tradiciones, su familia y su historia, en realidad uno no sólo lucha con la palabra o no sólo lucha con el caminar o con la conjunción de muchas personas que vivimos luchas en distintos momentos… Uno lucha sobre todo con el corazón.

 Lo que uno busca conquistar no son solamente palabras, cuando uno realmente decide cambiar su vida de académica por una vida de lucha y de transformación es porque uno se ha ganado el corazón de otros y porque uno viene a ofrecer su corazón. Así que yo recibo hoy el corazón de cada uno de ustedes, de cada una de ustedes, me llevo el compromiso de lo que significa cada prenda que llevo y este Bastón de mando. Yo les puedo decir que con el corazón en la mano: no los voy a defraudar, nunca los voy a defraudar”.

Especificó que “hace 40 años aprendí que el pueblo de México está en el corazón de los pueblos indígenas; hace 40 años aprendí que sólo viviendo y caminando lo que sufren otros puede uno realmente entender la vida y entender la necesidad de la transformación. Aquí aprendí hace 40 años a amar al pueblo purépecha. Hoy recibo el corazón de cada uno de ustedes y hoy me llevo este bastón de mando y cada prenda como un compromiso, un compromiso con cada uno de ustedes con los que ya no están, con los que están ahora con sus hijos, con sus nietos, para que juntos construyamos un país más digno para todos y todas”.

Para finalizar, la exjefa de Gobierno dijo algunas frases que, refirió, esperaba estuvieran traducidas de lo que dice el himno purépecha.

“No peleemos por cosas insignificantes, el dinero no es ni mucho menos la profundidad de lo que representa el pueblo de México. El pueblo de México está en su historia, en sus costumbres y en lo que hemos ido construyendo desde hace siglos y también de manera reciente. No peleemos por cosas insignificantes, necesitamos ser personas de bien y enseñar a los niños a ser personas de bien. Llevamos siempre el respeto a los adultos mayores. Prender el fuego nuevo, respetar el agua, respetar el aire, respetar la naturaleza y respetar nuestra fuerza hasta decir que somos uno y que somos lo que imaginamos…”.

Aquí les digo, con este Bastón de mando, con cada prenda: ustedes y nosotros, ustedes y yo, somos uno en la búsqueda por un México con justicia”.

Más tarde, en una asamblea informativa en Uruapan, Claudia Sheinbaum hizo énfasis en que Michoacán dio muchos héroes en la Revolución Mexicana, como la fue el expresidente “Lázaro Cárdena, quien culminó la Revolución con la Reforma Agraria y con una valentía excepcional con la expropiación petrolera”.