Rock contra vientos y mareas

Prácticamente no hay persona en nuestro país que no tenga en la mente alguna canción de Caifanes, pues desde hace décadas esta banda ha formado parte importante de la cultura mexicana y de nuestras historias personales. Están en nuestros recuerdos de la prepa, de la primera vez que nos rompieron el corazón o incluso de cuando empezamos a tener conciencia política.

En el 2011 fue la última vez que se reunieron, y ya han pasado cuatro años desde aquel emotivo reencuentro. En este tiempo han cambiado muchas cosas, como que Estados Unidos tiene su primer presidente afroamericano, la religión católica tiene un papa latino y las redes sociales revolucionan la manera de comunicarnos todos los días. Pero hay cosas que siguen intactas pese los años, como la lealtad que los fans le tienen a sus bandas favoritas. Este es el caso de los seguidores de Caifanes, que sin importar dimes y diretes, y años de receso, siempre los esperan.

Hace unos meses la agrupación anunció su fecha en el Palacio de los Deportes y los boletos casi se agotaron. Este poder de convocatoria tal vez se lo deben a la profundidad de sus letras, a la calidad de su música y al interés de Saúl Hernández por temas sociales.

Más allá de las diferencias con Alejandro Marcovich (uno de los miembros fundadores), los Caifanes seguirán haciendo música, pues la banda ya anunció que tiene planeado sacar un nuevo material discográfico en 2016.

Este año termina más que bien para la banda y para sus seguidores, quienes están listos para cantar sus clásicos en esta celebración de la identidad mexicana y de un fanatismo que se parece mucho más a una gran amistad que va creciendo con los años.