Shikibu en Bellas Artes

Con la intención de dar a conocer la obra de diferentes escritoras, sus procesos creativos, así como las dificultades que las mujeres enfrentan en el mundo de la literatura, el Instituto Nacional de Bellas Artes lanzó hace un tiempo el ciclo de pláticas Una habitación propia. En esta ocasión, la protagonista es la escritora japonesa Murasaki Shikibu. Es el seudónimo de una novelista que nació en Japón en el año 978. Es mundialmente conocida por ser la autora de La historia de Genji, considerada por muchos como la primera novela moderna, en la cual se realiza una descripción minuciosa del modo de vida de las clases sociales al final de la época clásica de la historia japonesa.

El libro llegó a occidente en 1925, año en que fue publicado en Inglaterra y, apenas hace 10 años, mil después de su escritura, La historia de Genji  fue publicada en español por las editoriales Destino, Austral y Atalanta. Y en todo este tiempo, su fama no ha hecho más que crecer. En un ensayo titulado Tres momentos de la literatura japonesa, Octavio Paz compara el trabajo de la autora oriental con el trabajo de Cervantes, Balzac, Shakespeare o Proust.

La encargada de presentar la vida y obra de Murasaki Shikibu es la periodista y escritora sonorense Eve Gil. Ha escrito para diferentes medios y es autora de varias novelas como Tinta violeta , Réquiem para una muñeca rota, Doncella roja  y Sho-shan y la dama oscura , la cual acaba de ser adaptada al cine por el director Carlos Preciado Cid.

Para Gil, el ciclo es una excelente oportunidad para aclarar algunos de los malentendidos y omisiones que imperan en la historia de la literatura. Según la mexicana, vale la pena asistir a la plática del miércoles 8 de abril porque, además de que Shikibu es una autora maravillosa, su historia es muy peculiar y divertida, y comparte algunas similitudes con Sor Juana. Una habitación propia  aparece así como un espacio importante en nuestro país que vale la pena apoyar.

La cita es hoy, 8 de abril a las 19 horas, en la Sala Adamo Boari del Palacio de Bellas Artes. La entrada es gratuita, pero el cupo es limitado.

(Fernando Hernández Urias / @fhurias1)