Una historia sobre crecer

En 2004 se estrenó Temporada de patos, una película refrescante y poética que puso sobre el mapa al guionista y director mexicano Fernando Eimbcke.

 A 10 años de ésta, llega Club Sándwich, una película con el mismo estilo relajado y juvenil. Al igual que sus cintas anteriores, Club Sándwich tiene adolescentes en el reparto y sus problemas son parte de la trama, sin embargo, en esta ocasión no son el tema principal.

Paloma (María Renée Prudencio) y su hijo Héctor (Lucio Giménez Cacho) van a Puerto Escondido de vacaciones en lo que parece un viaje tranquilo hasta que Jazmín, una adolescente (Danae Reynaud), irrumpe en sus vidas.

A partir de ese encuentro tendrán que enfrentarse al inevitable quiebre en una relación madre-hijo muy íntima, estrecha e incluso codependiente. Paloma es una mamá soltera cool y abierta, pero el miedo de perder a su hijo la orilla a reaccionar de formas inmaduras, y muy divertidas, para evitar que no la “cambie” por otra.

Para Fernando Eimbcke, Club Sándwich empezó siendo una película sobre la pubertad y los cambios emocionales que provoca en los niños, sin embargo, mientras se desarrollaba se dio cuenta que la historia era sobre Paloma y decidió dejar que el guión tomara ese rumbo.

Con una narrativa contemplativa y diálogos muy divertidos, el director nos cuenta el despertar sexual de un adolescente, pero también la vulnerabilidad de una madre que tiene que aceptar que su hijo creció y, de alguna manera, crecer ella también.

(Miréia Anieva)