Foto: Lulú Urdapilleta

Entrevista | ZDEY

Entrevistas

ZDEY decidió dejar atrás las finanzas y el grafiti ilegal para desarrollar un personaje que ha criticado desde los ataques en París hasta el sistema bancario

ZDEY (Hong Kong, 1989) inició en el grafiti como empiezan todos: haciendo ubicua su firma en las calles. Tenía 14 años y firmaba como Sodey. Su tag estaba disperso en las afueras de París, donde vive desde los ocho años. En aquellos días, la pericia con los aerosoles aún estaba lejos de ser considerada como una habilidad artística.

Tras algunos años de hacer visible su nombre por toda la urbe parisina junto a su crew, comenzó a trabajar en un estilo propio, mucho más cercano a la ilustración.

“Empecé a pintar cosas diferentes, y hace cuatro años creé mi personaje, ZDEY. Me inspiré en el Zorro. En ese momento vivía en la India, en Bombay; trabajaba en una empresa farmacéutica, en el área de finanzas. Usaba traje durante el día y pintaba por la noche. Esa doble vida me inspiró la comparación con el Zorro”.

Desde 2014, cuando decide volver a la ciudad de París para dedicarse por completo a pintar, ZDEY y su imaginario gráfico aparecen en paredes de Francia y el mundo entero como parte de una búsqueda permanente por compartir positividad.

Foto: Lulú Urdapilleta

Hace unas semanas, ZDEY visitó México invitado por CutOut Fest, el festival de animación que sucede en Querétaro. Ahí, pintó un mural en las instalaciones de la Alianza Francesa —en el que incluyó pedacitos de frases de artistas franceses que han hablado de México— y platicamos con él. Pero también aprovechó su visita al país para dejar otras piezas, tanto en San Luis Potosí como en Ciudad de México, como parte de Sprayfield.

¿De dónde tomaste inspiración para tu acercamiento a las paredes, a las calles?

Lo de las letras era pura calle, y admiraba a algunos grafiteros. Uno de ellos era Sater, bastante viejo, de Francia, y Quatre, que quiere decir “cuatro” en francés. Recuerdo haber visto sus letras y tratar de imitarlas en algún momento. Respecto al personaje, la inspiración fue de caricaturas.

¿Por qué das esos rasgos a tu personaje: el sombrero, el misterio…?

Es que ese personaje es mi alter ego en la calle, y es como yo, que observa todo, pero escondido. No sé, es mi doble en la calle y critica cosas. Lo utilizo para poner mensajes. Es un observador. Las personas no tienen que verlo, él observa y comenta cosas.

Foto: Lulú Urdapilleta

¿Y hacia dónde dirige su crítica?

Las tonterías que ocurren en el mundo. Puede ser que critique empresas que hacen desmadres, que no respetan a la gente. Hice un chingo de cosas después de los ataques en París. También he tenido reacciones al sistema bancario. Y siempre intento poner un tono humorístico a todo.

¿Cómo es tu relación con la escena callejera de París?

Yo tengo mi crew, se llama “S1TR”, y son mis amigos desde que éramos pequeños. Siempre hemos pintado juntos. Hoy mi carrera ha tomado una dirección muy diferente, pero ellos siguen siendo grafiteros de calle y no quieren vender obra. No consideran su pintura como obra. Mi verdadera conexión con el grafiti de calle es mi crew, y cada que puedo pinto con gente de todos lados… En un lugar perdido, un lugar abandonado, donde pueda pintar tranquilo.