“39 mil 40 millones, 580 mil 390”, por @DMorenoChavez

La cifra que uso para titular este texto por supuesto impacta. Son 3 mil millones de dólares. Se te salen los ceros por la cabeza.

Esa es la cantidad que gastó el gobierno de Felipe Calderón en comunicación social. Nomás.

¿Es mucho?

Quizá habría que ponerla en contexto: En el programa Oportunidades, esa cantidad es menos de lo que se gasta en un solo año, pero representa 4 veces más que lo destinado al programa de Estancias Infantiles. ¿Qué se necesita más?

Y comparado con otros países: En 2009, México gastó 3 veces más que España, el doble que Francia, pero menos de la mitad de Brasil (sí, el gobierno de izquierda de Lula).

Así que, ¿es mucho o es poco?

Yo creo que es mucho, pero sólo podemos tenerlo claro si evaluamos sus resultados y los criterios con los que se ejerció, igual que con cualquier gasto público. Y ahí empiezan los problemas.

Es decir: ¿Para qué se gasta en comunicación social? ¿Sirve? ¿Se utiliza con criterios políticos? ¿Se condiciona la línea editorial? ¿Se deben subsidiar medios con tirajes ínfimos? ¿Se debe gastar en medios con el argumento de que “fortalecen la pluralidad y el debate”, aunque tengan tirajes relativamente pequeños? ¿Por qué se necesitaba invertir en medios electrónicos, si ya existen los tiempos del Estado? ¿La publicidad que se transmitió ayuda a fortalecer el derecho a la información o es propaganda?

Son muchas preguntas. Y peor aún, falta información para tener las respuestas, porque hoy no son públicos los montos destinados a cada medio ni la justificación de éstos. Tampoco hay criterios para definir si se cumplieron los objetivos.

Ahí debemos centrar el debate. Mientras, adelantemos algunos datos:

-¿Se usó para condicionar línea editorial? El caso de la revista Proceso, sometida a un boicot publicitario, nos dice que sí.

-¿Qué criterios se usaron para distribuirlo? La única información disponible se refiere al sexenio de Fox y ahí se muestra que se gastó más en medios impresos con tirajes menores a los 50 mil ejemplares que en medios líderes. ¿Por qué?

-¿Cuáles fueron los resultados? Un caso: el gasto del Consejo de Promoción Turística ascendió a más de mil millones de pesos el último año de Calderón. ¿Aumentó el número de turistas? ¿Mejoró la imagen de México? Las cifras dicen que no.

-¿Se justifica que, en la ciudad de México y en un fenómeno que no se repite en ningún otro lado, existan más de una treintena de periódicos, 21 noticieros de radio matutinos y cinco canales de TV dedicados exclusivamente a las noticias? ¿Y que la mayoría de ellos viven de los recursos públicos? ¿Se debería establecer un tope a los ingresos públicos de cada medio?

-¿Este gasto sirve, aunque sea un poco, para que los medios hagan mejor periodismo? Estoy seguro que no.

La ausencia de respuestas más precisas sólo se debe a que éste es un tema que no se ha regulado ni transparentado. El propio Enrique Peña Nieto ofreció que lo haría, pero hasta ahora ha incumplido la promesa.

Mientras no haya regulación y mientras no se definan objetivos, montos y criterios de distribución, la cifra que sea será muy grande, por el sólo hecho de que se gasta mal.

Pero hasta ahora, gobierno y Congreso parecen demasiado temerosos de meterse con los medios de comunicación.

Quizá porque no es su dinero.

(DANIEL MORENO CHÁVEZ)