Amor en los tiempos del cólera virtual

La interacción entre los seres humanos con el fin de encontrar a una pareja se ha convertido en algo más complicado que en el pasado. Es paradójico pero real: la facilidad ha complicado la cosa.

Antes, conseguir pareja se daba entre grupos que uno conocía en el trabajo, la escuela, los amigos o en los bares donde se daba la afinidad por lo menos en la música o en el sitio de encuentro.

Para ahora, donde el amor escasea y lo que uno encuentra es la inmediatez de lo físico, las relaciones se basan en redes sociales o en aplicaciones que sirven para interactuar o, sencillo, encontrar placer.

Aplicaciones como Tinder, Grindr o Hornet son el referente de la forma moderna de encontrar alguien afín, agradable, atractivo o, mínimo, caliente como uno.

Ahora, las noticias muestran que no son las únicas y que el proceso se especializa.

Un ejemplo es High There, creada para que los amantes del uso de la marihuana -¿amantes? Dejémoslo en usuarios- puedan interactuar a partir de su consumo y hábitos. Una buena línea puede ser si la mota de Denver pega más que la hidropónica.

También está Vicemo. En realidad se basa en el intercambio de información que se da en Venmo, este servicio donde la gente registra sus gastos y pagos. Vicemo es más cutre: demuestra quién le pagó a quién drogas, alcohol, armas y sexo. Con ello, uno puede encontrar rarezas como “Safia paid Jordan 10 grams of authentic Colombian cocaine” o “William paid Niko 8 ounces of sweet Mexican black tar heroine”. Educación absoluta sobre la disciplina en el pago.

Para terminar, la joya de la corona sería Seeking Arrengment. El sitio propone relaciones en donde hombres y mujeres lleguen a acuerdos monetarios para compartir momentos y tiempo. Prostitución sin padrotes, pues.

Prostitución moderna y exitosa: 3.6 millones de personas son parte del sitio. Muchos de los usuarios -en su mayoría, mujeres- usan lo obtenido en el portal y con los Sugar Daddys que contactan para pagar sus estudios universitarios. No es broma: Seeking Arrangment lleva un registro -con la autorización de sus usuarios- de quién se beneficia y en qué invierte el dinero obtenido de sus relaciones personales.

Si esto les sorprende, ahí les va un dato más: en México, la propuesta se tropicalizó en Sugar Daddy Mexico. La idea es la misma, pero más barata.

En todo caso, la búsqueda virtual de cariño está en ebullición. Veremos qué tanto afecta en el mediano plazo lo que, hasta hoy, conocemos por amor.

¿Quién apuesta un iPhone a favor o en contra?