¿En qué momento dejamos que esta barbarie sucediera? ¿Cómo fuimos capaces de permitir que sicarios y policías desaparecieran a 43 jóvenes normalistas de Ayotzinapa, y a otros tres los asesinaran mientras daban una conferencia de prensa?
¿En qué momento abandonamos a los normalistas, al igual que hemos abandonado a los otros miles de muertos y de desaparecidos? ¿No tendríamos que estar en las calles, exigiendo que los regresen vivos? ¿Dónde carajos perdimos la dignidad y la vergüenza?
¿En qué momento cerramos los ojos, nos cosimos la boca y dejamos que los narcos gobernaran nuestras ciudades y mataran a los luchadores sociales? ¿Debemos seguir votando por tipos que ejercen el poder a pistolazos y por sus güevos? ¿Tenemos que callar, otra vez, y seguir la jodida vida como si nada hubiera sucedido?
¿Debemos creerle el cuento ese al señor aquel, el tal Osorio Chong, el que tiene a su cargo la seguridad del país, de que Ayotzinapa no le incumbe? ¿Los columnistas van a aplaudirle a este señor? ¿Tenemos que llorar o reír cuando el nuevo dirigente nacional del PRD pide una investigación que el propio partido debió hacer hace mucho tiempo, cuando uno de sus afiliados, el alcalde de Iguala, el que está metido en este crimen y se ha fugado, se involucró con el narco desde el inicio de su gestión? ¿Le vamos a creer al señor ese que se hizo presidente a fuerza de billetes, cuando repite como muñeco que en este país hay un Estado de Derecho?
¿No tendríamos que estar viendo en vivo, en cadena nacional, las renuncias de Ángel Aguirre, Osorio Chong y de Peña Nieto? ¿Debemos resignarnos a que este país sea una enorme fosa común? ¿Debemos agacharnos y aceptar que en México cualquiera mata y no pasa nada? ¿Dónde chingaos escondimos la unidad?
¿Cuándo fue que dejamos de necesitarnos? ¿No tendríamos que estar buscando a los normalistas en vez de tuitear? ¿No hemos entendido que los normalistas son jóvenes, son hijos de campesinos y que son nuestros? ¿Permitiremos que a los normalistas se les siga criminalizando desde el gobierno?
¿En qué momento dejamos que regresara el PRI? ¿Tendrá razón la guerrilla de que en la desaparición de los normalistas también están involucrados militares, marinos y federales? ¿Vamos a creerle al gobierno de que México está en paz? ¿Con 22 detenidos se hace justicia? ¿Será cierto que el horror ya no nos horroriza? ¿De verdad ya no nos duele que nos estén matando?
Yo, al menos, me niego a aceptar un país bajo estas condiciones de injusticia, muerte e indiferencia. Basta. Vayamos a la marcha que está convocada para mañana miércoles, a las 16 horas, del Ángel de la Independencia al Zócalo. Los normalistas de Ayotzinapa son nuestros desaparecidos y deben volver a casa. “Hacer pueblo”, dijo alguna vez Lucio Cabañas. Hagamos pueblo, pues.
(Alejandro Almazán / @alexxxalmazan)
