Delinquir sin consecuencias

A mi amigo Marcello Lara se le conoce por varias razones: es guitarrista en el grupo Moderatto, gerente de la estación de radio en la que su servidor trabaja (Reactor 105) y afamado crítico de hamburguesas (@burgermanmx). Sin embargo, hay otra área en la que se le puede considerar una especie de experto: los videojuegos. A lo mejor no les dedica tantas horas como los gamers profesionales, pero es el tipo de persona que hace todo lo posible por conseguir los títulos trascendentes el mismo día que salen a la venta. Y terminarlos, que a una persona normal le tomaría semanas (y a una subnormal como su servidor, meses), para él es cuestión de días. Por eso fue la suya la primera opinión que pedí acerca del videojuego sensación del momento, la quinta entrega de la polémica serie Grand Theft Auto, donde el jugador empieza siendo un delincuente de poca monta con la misión de convertirse en el máximo capo de la ciudad elegida como escenario (en este caso Los Santos, sospechosamente parecida a Los Ángeles). Así me lo explica: “Creo que su éxito no es nada mas por el hecho de que puedes ser un criminal que puede hacer todas las cosas malas sin el menor reparo. Creo que su éxito mas bien se debe a que es la primera obra de entretenimiento multimedia con un lenguaje completamente diferente. No es nada más un videojuego: es una obra de narrativa que no es ni un medio ni otro. Es también varias estaciones de radio. Es una historia bien contada. Es una película. Un comic. Es todos estos medios tradicionales construyendo uno nuevo. Además lo puedes explorar a tu ritmo y puedes construir tu propia historia alrededor de la que te quieren contar. “Y creo que lo que lo hace muy atractivo para los chavos es esta fascinación que existe actualmente con ser el malo. Va muy de la mano del éxito de Breaking Bad: Walter White no es un héroe, es una malísima persona, y todos los personajes de estos juegos son así, tipos que sin el menor pudor golpean, matan, roban y destruyen. Hacen una serie de cosas horribles. La violencia está desensibilizada, aunque siempre sabes que es un videojuego”. Sobre la última entrega de GTA me cuenta lo siguiente: “Mejora en todo, el nivel de detalle es espectacular y puede interactuar con muchas cosas. Es la historia de tres personajes que por azares del destino empiezan a trabajar juntos para hacer maldades. Aun no avanzo en la historia lo suficiente como para saber cual es el fin de todo lo que hacen. Pero quieren hacer dinero: vivir el sueño americano a la mala”. Le pregunto si este juego es una glorificación del capitalismo mas despiadado. Y me dice que sí. Pero también, en su opinión, hay crítica social: “Sí, bárbara; a todo. Empezando por el consumismo y la banalidad de la clase media norteamericana (que, curiosamente, pienso yo, son los que mas consumen este tipo de juegos). Van contra todos. Se pitorrean de todo. La educación, los medios de comunicación, la cultura de los paparazzis. Todo el tiempo señala lo que está mal con la sociedad americana, pero que al mismo tiempo causa fascinación en el resto del mundo”. Hay mucho de que hablar de este juego que no menciono por falta de espacio: desde las fuertes opiniones que genera (periódicos serios le dedican editoriales para atacarlo o defenderlo) hasta su brillante banda sonora. Lo cierto es que estamos ante una de las grandes obras de arte pop de este momento de la historia.

(RULO)