“Desconfiados hasta (de) la sombra”, por @warkentin

Los mexicanos somos unos reverendos desconfiados. De todo (o casi todo).

¿Usted se creyó esa imagen de telenovela o de publicidad melodramática en que vemos a la banda mexicana abrazadona, celebrando, sobaco con sobaco, sonrisas desbordadas, los unos con los otros, recibiendo a los extranjeros con amor y a los locales con pasión y a los celestiales con veneración, #yasí? ¿Usted, querido lector, es de los que piensa que somos re solidarios y que volteamos a ver al prójimo y que nos tratamos bien y nos cuidamos, #yasí? Pues temo aguar la fiesta, porque parece ser que nanai: nada de amarnos los unos a los otros, nada de querernos, nada de confiar en (casi) nada ßvalga la desconfiada redundancia.

En las páginas de este diario, y en otras, se dio cuenta en la semana que corre de los resultados de una encuesta levantada por Gabinete de Comunicación Estratégica (GCE) sobre cultura cívica entre los mexicanos. Y los resultados llaman la atención: poco más del 66% de los mexicanos encuestados dice que no se puede confiar en la mayoría de las personas. No tengo un estudio comparativo para otros países, por lo cual no sé si esto es un rasgo mexicano o universal. Pero como sea me parece grave por lo que mina la fortaleza de las redes sociales (sí, aquellas de calle, de campo, de plaza, que no todo en esta vida es Twitter). Y al profundizar en las respuestas, resulta que los mexicanos, cuando confiamos, lo hacemos en lo que queda cerca: familia, vecinos (si acaso). Arriba de ellos: la Marina, el Ejército y la Iglesia. Es decir: protéjanme del mal terrenal y del celestial. Y luego me refugio en la familia y los vecinos.

#SOPAS!!

Sigamos: casi el 77% de los encuestados dice que la mayoría de las personas sólo se preocupa por si misma. Y ya en el ámbito de lo público, el 61% dice que sólo de vez en cuando habla de política con otras personas, mientras que el interés por lo político se divide en tercios casi iguales: 18.5% dice no tener ningún interés en la política, 18.6% ni fu ni fa, 17.3% mucho. Hay más datos interesantes (incluidos los que hablan de la cercanía de la gente con algún partido político, en donde empatan en primer lugar el PRI y el PAN), y se pueden consultar en línea. Pero me quedo con estos para revisar un poco dónde estamos parados.

Lo que nos muestra la encuesta de GCE no es tan diferente a lo que venimos viendo en otros estudios sobre cultura cívica, cultura ciudadana, discriminación, etc., en México. La tendencia parece mantenerse: la confianza es a nivel horizontal, con los que me quedan más cerca, y los otros que se jodan (porque, pienso, ellos me ven igual).

¿Quieren que hablemos de empatía social?

¡’tá muy cañón!

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(GABRIELA WARKENTIN / @warkentin)