El año negro de la Prensa

Fue llamado el reportero más grande del mundo. Descrito como un demonio fascinante, Herbert Bayard reveló las complicidades entre la policía y la mafia de Nueva York, en 1912.

Cuando el resto de la prensa callaba, Bayard publicó que el teniente Becker había planeado el asesinato del apostador Herman Rosenthal. La historia condujo a The World, de Joseph Pulitzer, al mayor tiraje de su historia.

Recordé los reportajes de Bayard cuando el año termina y se hacen balances.

Apartando desacuerdos entre simpatizantes del Presidente y opositores a su gobierno, es incontrovertible que la noticia más trascendente fue la casa blanca de siete millones de dólares que Peña recibió de un contratista. La segunda más difundida fue el despido de Carmen Aristegui y su equipo, autores del reportaje ganador de varios premios internacionales.

No soy pejista, Aristeguista ni escritor chairo. Sí soy un periodista preocupado por la realidad del país y de la prensa, y por eso creo necesario un ejercicio alejado de la opinión y cimentado en los hechos y la memoria.

¿Qué sucedió en la prensa mexicana tras la salida de Aristegui y el rechazo del gobierno a que se tratara de un golpe de censura?

En septiembre de 2014, el periodista Pablo Ferri publicó en Esquire, propiedad de Televisa, que militares habían ejecutado a 21 civiles en Tlatlaya. Ocho meses después, la empresa desmanteló la revista y despidió al cuerpo editorial detrás de la historia.

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En junio, trabajadores denunciaron censura en Canal 22. El director ordenó no publicar contenidos como “Las huellas de la violencia”. 20 periodistas fueron despedidos.

Ese mes, El Universal publicó una serie desmintiendo a los testigos de las ejecuciones de Tlatlaya y una entrevista con el secretario de la Defensa. Un directivo del diario preguntó: “El Ejército no es Tlatlaya, ¿está de acuerdo, general?”. Ferri, periodista de El Universal Televisión, respondió con un video llamado Las mentiras del general. La dirección del diario lo censuró.

En octubre, tres periodistas fueron cesados: Martín Moreno, articulista crítico de Peña, y Luz Emilia Aguilar Zinser, reseñista de teatro, de Excélsior. Días antes, la Suprema Corte había aceptado un amparo de la periodista contra un decreto presidencial ligado a una construcción en el Nevado de Toluca. El articulista José Contreras fue despedido de La Crónica. “En este periódico no se le pega al Presidente”, le dijo el director.

En diciembre, El Universal encabezó una campaña mediática contra el fiscal de delitos electorales que había solicitado una orden de aprehensión contra el subsecretario Escobar, miembro del Partido Verde, aliado del presidente y del PRI.

Hasta este día, a tres años de gobierno, el presidente Peña no ha cumplido su promesa de regular la publicidad oficial, instrumento de presión sobre los medios.

No es necesario ser el valiente y audaz Bayard para descubrir que 2015 será recordado como uno de los años más negros en la historia de la prensa en México.