(Foto: Lulú Urdapilleta)

Ciudad de necios | ¿Estamos Unidos Mexicanos?

Opinión

Necios que no oyen más que lo que quieren oír desde sus oficinas de gobierno.

Raúl Velasco regresó a la Ciudad de México. De entre las tumbas de nuestros pestilentes recuerdos televisivos, se levantó algo que ya conocíamos sobre la monopolizada televisión mexicana en décadas pasadas. Un concierto televisado después de los sismos que destruyeron partes de la CDMX, Oaxaca, Morelos y Chiapas. Desfile de famosos, unos más respetados que otros, unos más rescatables que otros. Me acordé de mi infancia los domingos frente a la tele. Se trata de un dejo de Siempre en Domingo reloaded que se apropió del Zócalo en pleno 2017. No me queda claro qué buscaban los convocantes de este megaconcierto: recaudar fondos, no recaudar, echar ánimos, cerrar un ciclo, simbolizar el fin del terremoto y las críticas a nuestras reacciones como país. No sé. Pero ahí estuvieron desde Juanes hasta Chayanne, pasando por Bronco, Sin Bandera, Los Ángeles Azules y Miguel Bosé.

Me acordé de Raúl Velasco, de la patadita de la buena suerte y del discurso oficial televisado… hasta que aparecieron tres mujeres valientes y precisas.

Los más de 170 mil presentes —algunos dicen que fueron 220 mil—, llenaron la Plaza Mayor y más allá, sobre calles como 20 de Noviembre, Pino Suárez y 5 de Febrero. Dejando a un lado el escenario, todos los asistentes mandaron un mensaje muy claro: el Zócalo es nuestro, el espacio público es nuestro, la ciudad es nuestra. Estamos Unidos de por sí.

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La selección musical dejó mucho que desear. Café Tacvba canceló de último momento, como Molotov, en medio de versiones de desprecio a un concierto con las manos de Televisa metidas y las que decían que todo se trató de un lío de mánagers que habían confirmado sus presencias sin antes consultar con las bandas su disposición y autorización. Residente no pudo venir porque se quedó en Puerto Rico ayudando a reconstruir, de propia mano, su barrio destruido por el huracán María. ¿Qué hubieran dicho estos artistas destacados por su crítica social y su acidez cuando opinan de política? ¿Qué opinan de los mexicanos solidarios, de los gobiernos y su actuar después de los terremotos? Nos quedamos con las ganas de saberlo el domingo.

Las tres mujeres valientes y precisas fueron Julieta Venegas, Carla Morrison y Mon Laferte, quienes claramente se salieron del guion.

Mandaron los mensajes que tenían que mandarse. Cómo no hacerlo si junto al escenario siemprendominguero estaba Palacio Nacional, símbolo temporal del peñanietismo; enfrente del escenario se alza el Antiguo Ayuntamiento, símbolo temporal del mancerismo; a espaldas, la Catedral Metropolitana, símbolo cardenalicio de Norberto Rivera; y junto, los restos de nuestro Templo Mayor. ¿Cómo no decir lo que se dijo entre canción y canción?

“(Hay que) fijarnos en los gobernantes que tenemos. En cómo se desaparecen en los momentos de crisis. En cómo necesitamos elegir a gente que sea digna del país que tenemos, digna de la fuerza que tenemos y que hemos demostrado. Así que viva México, a reconstruirnos y a votar por gente decente, por favor”, dijo Julieta Venegas.

“El propósito de este concierto es pasarla bien y unirnos. Porque el México que se levantó ante los escombros es el México real, no el pinshi gobierno que no nos representa. Ya estamos cansados, cansados. Y si tenemos que resolver esto nosotros, lo vamos a resolver unidos, mexicanos. Siempre”, aseguró Carla Morrison frente al público.

“¿Cómo quieren que los recuerden, México? Señores gobernantes, deberían sentirse orgullosos de su pueblo y ser dignos y estar a la altura del pueblo y la gente que tienen”, dijo la chilena Mon Laferte.

Eso, nada que agregar.

 

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