“Las nuevas clases sociales”, por @monocordio

Es sabido que si hay algo que a los mexicanos nos quita el sueño es no saber a cuál maldita clase social pertenecemos. Yo me lo pregunto angustiado todos los días y me digo: “¿Oh, Dios, qué seré?”, porque en verdad que no se puede vivir con una duda tan profunda. ¿Seré pobre-pobre, medio pobre, o un pobre rico? ¿Se puede ser rico de pobreza? ¿Alguien como yo puede llegar a ser rico o nada más sabroso?

Pensando en esa inquietud que sobrecoge a la nación la Secretaría de Economía nos presentó sus nuevas clases sociales para que estemos más tranquilos sabiendo lo que somos. Siempre es bonito que el gobierno le recuerde a uno lo jodido que está y además, por otro lado, es su obligación. Por eso este gobierno se ha comprometido en crear las condiciones necesarias para que las próximas generaciones sigan estando jodidas.

Lamentablemente las clases sociales propuestas no cumplieron con las expectativas. La apabullante creatividad de los funcionarios y técnicos de la Secretaría de Economía ha dividido a los mexicanos en clase baja-baja, baja- alta, media-baja, media-alta, alta-baja y alta-alta, clasificación que nos hace extrañar esos tiempos horribles en que éramos mulatos, moriscos, jíbaros, cambujos, lobos y saltapatrás. Digo, era igual de hojaldra pero tenían más onda en el Virreinato que en el Mirreinato.

El error de la Secretaría de Economía fue basarse en la riqueza para hacer sus clases sociales cuando tendrían que haberse basado más bien en la pobreza. Al fin y al cabo si querían encontrar un denominador común en este país la pobreza funciona mejor que la riqueza que sólo la tiene el uno por ciento de la población.

Además es injusto: si uno piensa que México sólo se divide en esas categorías, ¿dónde quedan los ultrapobres, los ninis, belivers, aviadores, los godínez, mirreyes, güanabís, nuevos ricos, ricos venidos a menos, cagalanas, políticos y narcos? Y peor aún, ¿por qué el mismísimo Estado es incapaz de vernos de otra manera que no sea a partir de nuestras carencias y posesiones? Parece que hoy nos dice más de nuestro status y de nuestra posición social el hecho de tener dos pantallas que el tener dos carreras universitarias. Valemos por lo que tenemos pero sobre todo por lo que no tenemos. Así nos clasifican, así nos ven, así nos gobiernan los más pobres de todos, los que viven en la extrema pobreza moral.

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(FERNANDO RIVERA CALDERÓN / @monocordio)