Manual para (saber) donar

Opinión

Estas son las instrucciones que deberá seguir para distinguir entre los aprovechados y oportunistas de los honestos y decentes.

Los desprestigiados

Seguramente escuchó que el Senado le pide donar para los damnificados por el sismo de la semana pasada. ¡Mucho cuidado! Con qué cara se ofrecen a ser intermediarios si en todos estos años nunca han querido transparentar los miles de millones de pesos que les hemos dado.

 

Los sinvergüenzas

Los partidos políticos le piden solidaridad y ayuda. ¡Qué cínicos! Claro, cuando se trata de financiar sus marranas campañas políticas se despachan con la cuchara grande y sin empacho. Pero no fuera para los damnificados del sismo, porque entonces ahí piden a los mexicanos que se solidaricen.

 

El chistoso

El Presidente pide a los medios que no critiquen lo que falta por hacer y que más bien aplaudan lo que se ha logrado atender tras las escenas dantescas de muerte y destrucción. Es el mismo que, según Fundar, gastó en publicidad 36 mmdp de 2013 a 16. Dinero que se pudo usar para prevenir estas muertes.

 

Y ahora…

¿A quién creerle? Sin duda a las fundaciones y empresas que, sin necesidad de que el gobierno o los damnificados se lo pidan, reaccionan de inmediato y llevan ayuda a quienes lo necesitan. Esas empresas suelen hacerlo sin esperar nada a cambio e incluso duplicando o quintuplicando lo que la gente dona.

 

El verdadero ejemplo

México ha sido testigo de cómo gobiernos, partidos políticos y uno que otro funcionario de quinta se aprovechan de la tragedia para lucirse, fotografiarse, placearse y aprovecharse para sus fines personales. Los rebasa la tragedia. Y los supera el amor y la solidaridad espontáneos que siempre hemos tenido los mexicanos.