Paso del Piojo, por @mariocampos

Sí, soy futbolero y chimiscolero. Me encanta además el mundo de los medios, la imagen, y es obvio que la salida de Miguel Herrera es una joya que da mucho de qué hablar.

 No obstante esta semana mi preocupación está puesta en otra parte, pues en las últimas semanas he podido platicar con especialistas en pobreza en este país, algunos de los cuales han hecho que cambie lo que  creía saber sobre el tema.

Yo sabía, por ejemplo, que México tenía un gravísimo problema que hoy alcanza – según la última medición publicada la semana pasada- a más de 55 millones de mexicanos, con 11 millones en pobreza extrema, cuyo ingreso no alcanza para comprar ni una canasta alimentaria.

Pero creía, porque eso he escuchado a lo largo de los años, que para que eso cambiara la clave era el crecimiento económico del país. Hoy sé que no es así, o al menos no es suficiente, pues como muestran los números, la producción en México puede crecer y el ingreso de las personas permanecer exactamente igual.

También aprendí que contra lo que dice otro lugar común, el empleo en nuestro país no es garantía para salir de la pobreza. Crear trabajos es importante, pero no los que hoy estamos generando que no permiten a una persona – ni a sus familias – salir de esa condición con sus propios méritos.

Entendí también que pensar que la responsable del combate a la pobreza es la Sedesol – y señalarla como si fuera la única encargada – es como si le reprocháramos a un doctor por nuestros problemas de salud, aunque nosotros sabemos que fumamos, bebemos y tenemos una vida entera de excesos. Claro, el medicamento que nos pueda dar el médico es importante, pero sin el contexto adecuado no sirve de mucho, como tampoco cambia la vida de una persona por recibir una pensión, si la economía, los salarios, los programas productivos y todo lo demás no está funcionando.

Y es claro que eso es lo que pasa en nuestro país. Por eso no sorprende que hoy tengamos dos millones más de pobres – tan sólo entre 2012 y 2014 – y que solamente 100 mil personas hayan logrado salir de la pobreza extrema, a pesar de los miles de millones de pesos invertidos con ese fin.

¿Qué concluyo de estas experiencias? Que lo que estamos haciendo no nos va a llevar a donde queremos estar. Lo dijeron esta semana Coneval, la Acción Ciudadana Frente a la Pobreza y hasta la Canacintra. Así lo han dicho antes la OCDE, Oxfam y otros organismos que en estas semanas han gritado el mismo mensaje: el país requiere urgentemente un cambio de rumbo.

Por eso, en esta ocasión paso del Piojo y los invito a que ustedes también se asomen a las cuentas de twitter de @Coneval, @FrenteAPobreza y @OxfamMexico para que si nos queremos indignar por algo, que sea por razones que valgan realmente la pena.

(MARIO CAMPOS)