¿Por qué ‘El Bronco’ puede ser gobernador?, por @DiegoEOsorno

El bipartidismo que ha predominado en Nuevo León durante los 20 años recientes ha sido roto en este periodo electoral por Jaime Rodríguez Calderón, expriísta lanzado como candidato sin partido, quien, transformado en El Bronco, encabeza las preferencias a un mes de la elección para gobernador. Dos encuestas serias (Hora Cero y El Norte) lo ponen al frente de la contienda en la que Ivonne Álvarez, del PRI, y Felipe Cantú, del PAN, van en segundo y tercer lugar respectivamente.

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La crisis que viven los partidos políticos hegemónicos en uno de los estados más importantes de México no es un asunto local. Está enmarcada en un fenómeno que recorre al mundo occidental, empezando por Europa, donde corrientes “ciudadanas” e “independientes” tanto de izquierda como de derecha se han vuelto competitivas electoralmente o incluso han ganado el poder político.

El Bronco y sus seguidores no son Syriza, de Grecia, ni Podemos, de España, pero recogen al igual que estas opciones parte de la indignación y del enorme rechazo que existe contra los partidos políticos, que hoy están siendo rebasados de diversas formas.

Quizá el mayor símil europeo que puede encontrarse para El Bronco es con Beppe Grillo, un comediante italiano que fundó y dirige el Movimiento 5 Estrellas, organización con registro electoral que selecciona a sus candidatos a través de Facebook y Twitter, y que ha tenido un crecimiento considerable en los años recientes, sin que sea sencillo definir si se trata de un movimiento de derecha o de izquierda.

Poco antes de esta elección, El Bronco era considerado un político del PRI más jurásico. Sus inicios están enmarcados alrededor del estilo autoritario de Alfonso Martínez Domínguez, responsable del Halconazo del 7 de junio y de una invasión militar en colonias populares en Monterrey. En los años recientes, la disputa que tuvo su grupo político priísta con el actual gobernador, Rodrigo Medina, y con el anterior, Natividad González Parás, le dio a Rodríguez Calderón una relativa autonomía para moverse por su cuenta como alcalde de García. Sin embargo, una clave fundamental de su éxito en estas elecciones radica en una alianza hecha con Memo Rentería, estratega político que identificó en el apodo de El Bronco el potencial de su figura y se encargó estos años de crear una narrativa general muy fresca y atractiva, así como un lenguaje propio y muy dinámico para las redes sociales, que es donde El Bronco acumula su mayor poder.

A este exitoso ciberpopulismo hay que sumar el desgaste que genera la larga permanencia en el poder de un mismo grupo, sobre todo en una sociedad como la nuevoleonesa, donde los intereses empresariales son tan importantes como los políticos. Porque un triunfo de la candidata del PRI, Ivonne Álvarez, representaría extender a 18 años el control del gobierno del estado a una misma camarilla priísta que ha endeudado las arcas, se ha enriquecido escandalosamente a la vista de todo mundo y ni siquiera ha sido capaz de levantar la economía del estado.

El otro factor importante que le da posibilidades reales de ganar la contienda es el conocimiento que Rodríguez Calderón tiene de lo que significa “operar” el día de la elección. Ese día, El Bronco dejará de ser El Bronco, para convertirse de nuevo en Jaime Rodríguez Calderón y usar su experiencia acumulada de 35 años en el PRI como operador (algunos incluso lo llamaban antes mapache), con el fin de proteger y conseguir los votos que necesita para convertirse así en el primer gobernador sin partido de México.

(Diego Enrique Osorno)