“Santos Drones para apantallar, Batman”, por @salcamarena

Las autoridades de Naucalpan anunciaron (anunciar, el verbo que más gusta a los políticos, ¿se han fijado? Ayer alguien en la Miguel Hidalgo alguien anunciaba que iban a pavimentar, tan pertinente como si usted o yo anunciáramos que vamos a ir a trabajar), pero retomo, el edil naucalpense informaba este miércoles que a partir de ahora las labores de vigilancia en ese municipio serán reforzadas con un Drone.

“El Drone sobrevolará las zonas donde tenemos reporte de mayor incidencia delictiva, incluso las fiestas patronales, en un esquema de disuasión del delito que permitirá que la ciudadanía tenga tranquilidad y seguridad”, dijo el alcalde David Sánchez Guevara, quien según la nota de Animal Político explicó que pagarán entre 30 y 40 mil pesos mensuales a la empresa que operará ese artefacto. (https://www.animalpolitico.com/2014/03/un-drone-vigilara-las-zonas-mas-delictivas-de-naucalpan/#ixzz2x7Ptvwtz)

Algo no me checa de este anuncio. Para empezar, el alcance de la cámara, de visión nocturna, y que según la información disponible será de 12 kilómetros. O sea que si viven en el DF, digamos en la San Miguel Chapultepec, en una de esas los alcanzan a ver desde el centro de Naucalpan (Google maps marca una distancia entre esos puntos de 11,9 kilómetros).

Digo que no me checa porque hace unas semanas escuché el entusiasmo de personal del Centro de Atención a Emergencias y Protección Ciudadana de la Ciudad de México –C4i4 para los cuates– al explicarme que las nuevas cámaras que tendrá la capital (7 mil) tienen un alcance de tal nitidez que a 1,500 metros podrán registrar con total claridad la imagen de la placa de un automóvil o el rostro de una persona.

Claro está que ambas cosas no son excluyentes, sólo me surge la duda sobre la calidad de las imágenes del ojo del Drone naucalpense: ¿dentro de esos 12 kilómetros de rango, qué nitidez tendrán las imágenes?

Dos, la nota que al respecto publicaba ayer mismo Reforma.com explicaba que el Drone de Naucalpan es de baterías que sólo duran 20 minutos “pero se cuenta con varias para que sobrevuele todo el día”. Caray, ¿qué tan efectivo será eso de estar sube y baja el aparato para cambiarle las pilas? Y tres, ¿por qué lo van a rentar?

Me temo que estamos ante un anuncio de relumbrón, que quiere contener en algo la desesperación de naucalpenses, hartos de robos, extorsiones y homicidios.

Esto lo digo porque desde hace muchos meses el Distrito Federal tiene Drones. Y no solo eso, tiene al menos dos unidades móviles de vigilancia totalmente equipadas, que pueden desplegar torres con cámaras y de las que despegan… Drones.

Esos vehículos son más que simples unidades de transmisión de imágenes: están equipados con cámaras desplegables a varias alturas cuyas imágenes se pueden analizar ahí mismo para tomar decisiones en tiempo real sobre el control de eventos masivos (peregrinación a la Basílica, por ejemplo), o en situaciones en las que por algún motivo coyuntural (catástrofes, pues tienen independencia en términos de energía) las cámaras fijas (que hay que recordar que en la ciudad son 8 mil), no fueran suficientes.

El Drone de Naucalpan, dijo el alcalde ayer, enviará imágenes al C4 de ese municipio. Reconozco que no tengo el gusto de conocer esa instalación naucalpense (por cierto, hace semanas pedí a Naucalpan informes sobre incidencia delictiva, en comunicación social me contestaron que “en un rato te los envíamos” y es fecha en que no llegan). Sin embargo, visité hace poco el C4i4 de la capital y les tengo una noticia: es aterradoramente fascinante.

El Centro de Comando, Control, Comunicaciones, Cómputo, Inteligencia, Integración, Información e Investigación, que es como realmente se llama el C4i4 fue concebido como el gran cerebro de la ciudad. Y tras haber realizado una visita de dos horas a las instalaciones ubicadas en Jardín Balbuena les aseguro que sí lo es.

Muchas cosas son impresionantes de ese inmueble. Subrayo solo una. Hay todo un piso dispuesto para que ante cualquier contingencia, el personal de las distintas dependencias, locales y federales, que deben participar en labores de emergencia se instalen ahí, en escritorios que ya están asignados y rotulados, y que operen de inmediato con total orden y claros protocolos. Así que nada de que llegan y no saben su lugar, o que no tienen dónde conectar su computadora o que necesitan un enchufe o una extensión para recargar sus teléfonos. Todo está perfectamente dispuesto para que, toquen madera, si pasa algo grave, ahí haya un centro de mando que puede operar durante varios días.

Dudo mucho que ni a escala el C4 de Naucalpan tenga que ver con el del DF. Ojalá me equivoque. Pero el anuncio de un Drone que envía imágenes no sirve de nada, repito, de nada, si esas imágenes no serán procesadas como parte de un sofisticado protocolo, que ayude a emitir tanto respuestas inmediatas de la policía, los bomberos o los paramédicos, como a procesar datos que servirán para detener a delincuentes o a prevenir crímenes.

Tener un Drone puede ayudar, pero de ninguna manera basta, a menos de que lo que se quiera es apantallar.

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(SALVADOR CAMARENA)