Extorsión con nuevo rostro

Empresarios dicen que poblaciones callejeras son usadas por grupos para exigirles cuotas. Activistas responden que esta acusación “criminaliza” a un sector vulnerable.

De noche, duermen en la acera cubiertas con cobijas y cartones. De día, pasan el tiempo hablado entre ellas, inhalando solventes u otras sustancias, y observando los autos y a los numerosos transeúntes que cruzan por la zona debido a la cercanía de empresas y oficinas públicas.

Son las decenas de personas que componen la población callejera de la calle Artículo 123, que desde hace años forma parte del paisaje de esta parte de la colonia Centro y a la cual, ahora, empresarios locales señalan como instrumento de grupos de extorsionadores.

Guillermo Gazal, presidente de la asociación civil Procentrhico, fundada en 1982 para defender los intereses de los negocios de la zona, dice que líderes —a los que no han podido identificar— coordinan a estas personas para que exijan cuotas a los locatarios, a cambio de dejarlos operar con normalidad.

Si el extorsionado no paga, según Gazal, estas personas se instalan a la entrada de su negocio y ahuyentan a posibles clientes.

El empresario afirma que el problema se ha agudizado y ha generado una situación insostenible para los comercios de calles cercanas como Ayuntamiento, Corregidora y Humboldt. Por ello, llama a las autoridades a aumentar la vigilancia para dar seguridad a locatarios y a transeúntes.

“Necesitamos que se nos informe sobre avances en las investigaciones y policías honestos que no estén involucrados con las mafias. Queremos seguridad y pedimos que las autoridades no minimicen nuestra situación. Que a quienes denuncian les den garantía de seguridad, porque cuando se animan son las propias autoridades las que niegan levantar el acta porque hay contubernio”, dice.

La demanda es respaldada por otras asociaciones de la iniciativa privada, así como por locatarios, empleados y guardias que trabajan en la zona, quienes evitan dar más detalles por temor a sufrir represalias.

No obstante, organizaciones defensoras de los derechos humanos ponen en duda que las acusaciones tengan sustento.

Enrique Hernández, presidente de El Caracol —una agrupación especializada en grupos vulnerables—, cree que los señalamientos criminalizan a la población en situación de calle, que resulta incómoda para los empresarios. “A esta población se le acusa de todos los males, es decir, si se roba o se vende droga en la zona, de inmediato se asegura que son ellos”, dice.

Incluso, Hernández desestima las acusaciones con el argumento de que las personas que viven en Artículo 123 —la mayoría jóvenes— tienen una condición física deteriorada por su consumo de enervantes y no reconocen liderazgos.

“Tienen una discapacidad física por el consumo de sustancias. No están fuertes como para intimidar a alguien, y hablar de extorsión es hablar de alguien que utiliza su fuerza o capacidad para obligarte a que hagas algo”, insiste.

Preocupación en el ‘corazón’ de la capital

En semanas recientes los empresarios del Centro han expresado su preocupación por las extorsiones en esta zona de la capital. El propio Gazal dice que hay personas que aseguran formar parte de cárteles del narcotráfico como Los Zetas o La Familia y buscan cobrar derecho de piso.

“Llega al negocio un muchacho de 12 o 15 años, entrega un sobre y te dice: ‘Vas a pagar tanto’. A la gente que lo toma en broma a la semana le llegan al local tipos que cierran la cortina, aun con clientes, golpean al dueño, le quitan mercancía, dinero, y le dicen: ‘Te estamos avisando que esto va en serio y si no te va a costar más’”, detalla.

La Procuraduría General de Justicia del DF (PGJDF) reconoce que esta es la principal modalidad de extorsión en la ciudad. La dependencia atribuye esto a que delincuentes aprovechan el contexto de violencia en el país para hacerse pasar por integrantes del crimen organizado.

Guillermo Terán, fiscal de Extorsión y Secuestro de la PGJDF, dice que las extorsiones por lo general son cometidas por hombres de entre 20 y 35 años que exigen depósitos a cuentas bancarias a nombre de mujeres. Agrega que en la capital cada día se consuma un promedio de 1.7 casos.

El jefe delegacional de Cuauhtémoc, Ricardo Monreal, reconoce que las extorsiones son un problema en la demarcación y dice que resolverlo exige coordinación entre el GDF y autoridades delegacionales. En particular, pide que se refuercen las tareas de inteligencia para ubicar y detener a quienes cometen estos delitos.

Entre enero y septiembre de este año, en el DF se registraron 466 denuncias por extorsión, según el Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP). Sin embargo, la cifra no toma en cuenta todas las extorsiones cometidas, sino sólo aquellas denunciadas ante la PGJDF.

Las poblaciones callejeras del DF

En 2014, la Comisión de Derechos Humanos del DF (CDHDF) dio a conocer un informe especial sobre poblaciones callejeras en la capital. En el documento advierte que se trata de un sector estigmatizado, que con frecuencia enfrenta discriminación y exclusión social. Sobre las personas asentadas en la calle Artículo 123, menciona que varias veces han sido desalojadas del lugar con uso excesivo de la fuerza. La delegación Cuauhtémoc, donde se ubica esta vialidad, es donde más quejas se registran por presuntos abusos contra personas en esta condición.

Claves contra la extorsión

El Consejo Ciudadano de la Ciudad de México da tips para prevenir este delito:

  • Tomar en cuenta que los celulares son los objetos más robados. Muchos de ellos son usados en extorsiones, lo que refleja que en 70% de los casos que se registran la extorsión es telefónica.
  • Estar alerta entre noviembre y enero. Es común que aumenten las llamadas de extorsión en las que un supuesto familiar pide dinero para llegar a la capital.
  • Desde 2007, el consejo tiene una línea telefónica para reportar casos de extorsión, el 5533 5533. En él ofrece orientación para evitar extorsiones y para reportar números usados para ello.
  • El Consejo Ciudadano también tiene una aplicación que bloquea las llamadas realizadas desde un número. El objetivo de esto es evitar que las personas se enganchen con un extorsionador.
  • Hay cerca de 11 mil cuentas bancarias sospechosas de recibir dinero producto de extorsiones. El consejo considera que las instituciones bancarias deben colaborar para cancelarlas.
  • El Consejo Ciudadano y especialistas dicen que compartir información de boca en boca ha ayudado a que disminuya la incidencia de los casos de extorsión.