Dile adiós a tus pilas usadas

La Secretaría del Medio Ambiente puso en marcha el programa “Manejo responsable de pilas en colaboración con la empresa Imágenes y Muebles Urbanos (IMU) para que los capitalinos pudieran a acudir a depositar este tipo de desechos.

Estos espacios, ubicados en Columnas Informativas y Turísticas, reciben celulares y pilas de tipo AA, AAA, C, D, de reloj y de teléfono.

 Son recolectadas 3 veces cada 15 días para llevarlas al centro de acopio temporal ubicado en Naucalpan. Allí se hace una bitácora y los celulares son separados para enviarlos a Recall Internacional AEB. Allí son divididos entre los que sirven o no, y depoendiendo de eso son enviados a Florida o a Bélgica para su tratamiento.

En cuanto a las pilas, una vez que se logra juntar una tonelada se envía a la planta de Sitrasa en Guanajuato para ser debidamente tratadas.

¿QUÉ PASA CON LAS PILAS?

Los celulares que aún sirven son vendidos en otros países secundarios y los inservibles son sometidos a un proceso de fundición y extracción de metales.

Para las pilas es diferente: con su carcasa se pueden fabricar llaves y autopartes. Del resto se rescatan litio, níquel y zinc. Lo que no se puede recuperar se emplea como estabilizador de residuos peligrosos en la misma planta.

Cada año los habitantes de la ciudad se deshacen de 51.6 millones de pilas, de los cuales únicamente se logra reciclar el 0.2% gracias al programa de Manejo Responsable de residuos. Una pila basta para contaminar 600 mil litros de agua.

El problema es que, al final de su vida útil, sufren un proceso de corrosión que libera materiales tóxicos.

En algunos casos pueden provocar pérdida de la visión, sordera, daños en los pulmones y riñones y, en el peor de los casos, cáncer.

(KAREN ANDRADE)