‘Disculpe las’… ah no, si no le avisan, no se pueden disculpar

Alexis Rodríguez trató de tomar Presa Salinillas, la calle que usa todos los días para llegar a su oficina, pero se topó con una valla color naranja que le impidió el paso, así que tuvo que regresar por Presa Valsequillo, en la delegación Miguel Hidalgo, en sentido contrario y estacionarse a unas cuadras.

Llegó tarde a su trabajo y no supo qué pasaba hasta unos días después, cuando vio letreros en las casas de los vecinos que pedían no estorbar sus cocheras mientras durara el “cambio de drenaje”.

El cierre de una calle para realizar una obra afecta, sin previo aviso, la rutina de todos aquellos que viven o pasan por ahí, desde los automovilistas que tienen que improvisar una nueva ruta hasta los vecinos que no pueden entrar a su casa sin cruzar una nube de polvo y saltar pedazos de cemento.

A pesar de que la Norma de Construcción de la Administración Pública del Distrito Federal señala que las obras en vialidades deben contar con señalización para controlar y guiar el tránsito de vehículos y peatones de “manera fluida, segura, cómoda, expedita y económica”, algunas de las construcciones en curso no cumplen con estos requisitos.

En Presa Salinillas, desde Periférico hasta el cruce con Presa Valsequillo, se lleva a cabo un cambio de la red hidráulica potable, según informan los trabajadores de la obra. Sin embargo, no hay ningún señalamiento de rutas alternas para coches o peatones. Además, uno de los dos sentidos de esta calle se encuentra cerrado por la obra y el otro funciona en ambas direcciones sin que exista un letrero o persona que alerte.

Ernesto Fernández trabaja en una consultoría en el centro de Coyoacán y se enteró de que había una obra en Av. Centenario (que se convierte en Tres Cruces) cuando una mañana el camión que toma todos los días cambió su ruta sin avisar, porque esa calle, que conecta al Eje 1 con Miguel Ángel que Quevedo, estaba cerrada.

A los comerciantes sí les avisaron que habría obra, dice el gerente de Sistemas del restaurante El Hijo del Cuervo, Roberto Cervantes, pero no del retraso que ya lleva más de dos meses.

“Nos avisaron antes de empezar, por noviembre, se supone que terminaban en diciembre o máximo la primera semana de enero, pero se han seguido extendiendo y por más que preguntamos ya no nos dicen nada”, asegura.

De acuerdo con personal de Comunicación Social de la delegación, “se están afinando los últimos detalles y colocando luminarias, pero la obra ya está terminada y, si no pasa nada extraordinario este fin de semana, se va a abrir la  calle a circulación”.

La Norma de Construcción también indica que “las señales deben ser visibles para conductores y peatones”. Deben estar colocadas a 150 metros en vialidades de alta velocidad, a 100 metros en vialidades de velocidad media y a 50 en vialidades de baja velocidad.

Los pocos letreros que tienen las obras en la capital los tienen justo donde hay intervención, pero ya no es posible tomar una ruta alterna.

Por ejemplo, el cambio de tuberías que se lleva a cabo en División del Norte, entre avenida Coyoacán y Gabriel Mancera, tiene un letrero de construcción, pero justo en la intervención de la calle.

“Si de por sí es peligroso circular por ahí, ahora con el tráfico que se hace y los conductores histéricos da más miedo”, dice Florencia Castellanos, quien pasa en bici por ese cruce para llegar de su casa a la Condesa.

Así sucede también con la sustitución de drenaje y red hidráulica en Avenida Cuauhtémoc, a la altura del Metro Etiopía. Los cuatro carriles se reducen a uno en el cruce con Universidad sin previo aviso y la manta con información está justo en la obra.

Las esquinas del parque Tlacoquemécatl están siendo reparadas, al menos eso se puede inferir porque están rodeadas de cinta de precaución y el cemento de estas áreas removido, pero tampoco hay letreros y durante varias horas del día no hay personal.

En la delegación Cuauhtémoc, en el cruce de Oaxaca con Durango, tienen incluso un módulo de información sobre la historia del lugar, cuántos árboles serán sustituidos y otros beneficios, pero no sobre las vías alternas o rutas seguras para los peatones. Hay señales, tamaño carta, con el dibujo de una persona, que indican por dónde pueden pasar los peatones, pero estos deben compartir el paso con bicicletas.

LO QUE DICE LA LEY

Lo que deberían cumplir las autoridades, según la norma de construcción de admon. pública del DF:

*Las obras deben contar con señalización para controlar y guiar el tránsito de vehículos y peatones de “manera fluida, segura, cómoda y económica”.

*Las señales deben ser visibles para conductores y peatones, y deben estar colocadas a 150 metros en vialidades de alta velocidad y 50 en las de baja.

DEFEÑOS OPINAN

Rosario Márquez

Vecina de la delegación Cuauhtémoc.

“Si hago caminar a mi perro por aquí (Durango y Oaxaca) se ahoga, mejor lo cargo (dos cuadras) hasta A. Obregón”.

Florencia Casillas

Ciclista en Benito Juárez.

“Si de por sí es peligroso circular por ahí, con el tráfico y los conductores histéricos, más’.

(Luisa Cantú)