El DF no está listo para otro 1985

Prácticamente dos de cada tres capitalinos participarán en el macrosimulacro, que se realiza el 19 de septiembre de todos los años, para aprender los mecanismos de acción en caso de enfrentarse a un movimiento telúrico de gran magnitud.

Aún cuando la ciudadanía tiene una mayor conciencia y conocimiento sobre este tipo de contingentes, el titular de la Secretaría de Protección Civil del Distrito Federal, Fausto Lugo, considera que todavía hay mucho por hacer.

Debemos seguir trabajando en el escenario de autoprotección de la población. Deben estar más conscientes de saber qué hacer en caso de que se presente una emergencia mayor y para eso nos ayudan los simulacros”, comentó.

En entrevista, el funcionario precisó que las zonas de mayor riesgo durante un sismo se encuentran dentro de la delegación Cuauhtémoc, aunque también hay algunos puntos rojos en Iztapalapa y Venustiano Carranza.

Los mecanismos de reacción de la dependencia se activan cuando la magnitud del movimiento telúrico es superior a los 7 grados en la escala de Richter, pues al alcanzar esta cifra incrementan las posibilidades de emergencia en la ciudad.

Las nuevas normas de construcción en la capital exigen a las compañías garantizar que las estructuras soporten sismos fuertes, considerando que el del 19 de septiembre de 1985 alcanzó los 8.1 grados en la escala de Richter.

Lugo García advirtió que la intensidad de un terremoto no se relaciona directamente con las afectaciones que éste pudiera causar, pues depende de la profundidad, velocidad y el epicentro de donde haya provenido.

Cuestión de experiencia

Uno de los creadores de este ejercicio fue el exdirector general de prevención de la Secretaría de Protección Civil, Óscar Alejandro Roa, quien precisó que el gobierno debe poner atención especial a las zonas bajas y zonas de lago.

El experto señaló que para que el Macrosimulacro sea realmente útil para mejorar la coordinación interinstitucional durante un sismo de grandes magnitudes deben realizarse un mínimo de tres simulacros previos.

“En un sismo. Primero se caen las comunicaciones, por ello se debe saber qué hacer sin la necesidad de establecer una comunicación y si no saben qué hacer va a faltar coordinación”, dijo durante una entrevista concedida a MÁS POR MÁS.

(Ignacio Gómez)